CURITIBA.- Las cuatro empresas involucradas en el atraque del barco chileno que explotó el lunes en el puerto de Paranaguá, sur de Brasil, deberán pagar una multa de más de 360 mil dólares, y el Gobierno ayudará a miles de pescadores impedidos de trabajar por varios meses.
El Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de Recursos Naturales Renovables (IBAMA) dispuso hoy que las cuatro empresas involucradas, entre ellas Cattalini Terminales Marítimos, dueña del dique, paguen en total el equivalente diario a 363 mil dólares, según informó la prensa del estado de Paraná.
La sanción responde a los "perjuicios" causados por el accidente en el cual cuatro personas murieron dos de ellas continúan desaparecidas, y a la "ineficiencia para controlar el derrame de combustibles al mar", según el diario O Estado do Parana.
El ministro de Pesca, José Fritch, anunció hoy que el Gobierno ayudará con un salario mínimo por tiempo indeterminado a los 3.500 pescadores, debido a la prohibición de la actividad, dada la contaminación de las aguas.
Fritch se encuentra en Paranaguá para evaluar el impacto ambiental del accidente, incluidos los perjuicios para el total de 4.000 los pescadores que vive de esa actividad.
Las manchas de aceite y combustible presentan una extensión de 30 kilómetros y están saliendo de la bahía, con lo cual amenazan a las islas de la zona, entre ellas la Isla Do Mel, que alberga una importante reserva natural.
Según los bomberos locales, la nave siniestrada contenía 1,5 millones de litros de metanol para su funcionamiento.
Cerca de 350 personas y 20 barcos están trabajando en las barreras de contención del combustible, que sigue perdiendo el buque chileno "Vicuña", mientras peritos holandeses e ingleses estudian la forma de retirarlo del mar.
También la Superintendencia del mayor puerto de exportación de granos de América Latina analiza la situación y puede formular anuncios hoy sobre posibles medidas a tomar.
