SANTIAGO.- La mesa directiva de la UDI reiteró hoy "su más absoluta y total condena" a los hechos sobre los que da cuenta el informe de la Comisión Valech, publicado ayer por el Presidente de la República, Ricardo Lagos.
El presidente del partido, Jovino Novoa, quien leyó una declaración pública, dijo que "la tortura es moral y jurídicamente inaceptable. Nada ni nadie puede justificarla", condenando también "el uso de la violencia como método de acción política".
Afirmando que los últimos 40 años de nuestra historia han sido difíciles y dolorosos, el senador afirmó que "es obligación de todos no repetir los errores de pasado, y reparar, en la medida de lo posible, los daños que muchas personas sufrieron".
Novoa rechazó categóricamente el aprovechamiento político que se le pudiera dar al documento, y reconoció que en el pasado “todos pudimos haber hecho más", pero enfatizó que ahora el compromiso es con el futuro del país.
Valorando el espíritu con que el Presidente enfrentó el informe de la Comisión, el timonel de la UDI señaló que "la reparación a las víctimas de la tortura es una obligación de la sociedad chilena".
Junto a Novoa, estuvieron presentes en la lectura de la declaración los diputados Felipe Salaberry; Patricio Melero; Andrés Chadwick, y los senadores José Antonio Coloma y Carlos Bombal, entre otros.
La UDI termina su declaración destacando que "nunca más odio entre los chilenos, nunca más violencia y nunca más violaciones a los derechos humanos".
Declaración completa
El Presidente de la República, ha puesto en conocimiento público el informe de la Comisión sobre Prisión Política y Tortura. A pesar de no tener todavía un completo conocimiento del informe, cuya extensión amerita una revisión en profundidad, la magnitud del dolor que éste expresa y que sufrieron miles de chilenos nos conmueve y nos lleva en primer lugar a reiterar nuestra más absoluta y total condena a los hechos de que da cuenta el mismo.
En relación a estos dolorosos acontecimientos de nuestra historia y frente al pronunciamiento hecho el día de ayer por el Presidente de la República, la UDI expresa lo siguiente:
1. La tortura constituye un crimen inexcusable, cualesquiera sean las circunstancias por las cuales atraviese una sociedad. Por ello, la tortura es moral y jurídicamente inaceptable. Nada ni nadie puede justificarla.
La condena a la tortura se funda en el respeto por la dignidad del ser humano, valor fundamental de la cultura occidental cristiana, a cuya defensa la UDI se ha comprometido desde su origen. Nuestra conducta ha sido invariable: siempre hemos condenado, como ilegítima, cualquier acción que afecte los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana.
2. Asimismo, hemos condenado el uso de la violencia como método de acción política. Hemos sido contrarios a las ideologías que predicaron y predican el odio y la lucha de clases, y hemos siempre enfrentado a quienes justifican el terrorismo, legitimando la violencia.
3. Por lo anterior, creemos que la sociedad chilena reclama de todos nosotros un claro compromiso: nunca más violaciones a los derechos humanos y nunca más legitimar la violencia como medio para alcanzar el poder.
4. Los últimos cuarenta años de nuestra historia han sido difíciles y dolorosos. Respetando las legítimas interpretaciones acerca de nuestra historia reciente, es obligación de todos no repetir los errores del pasado y reparar, en la medida de lo posible, los daños que muchas personas sufrieron. Todo ello, con el objeto de sanar las heridas y crear las condiciones para un futuro de mayor unidad entre los chilenos y de respeto integral a los derechos de las personas.
5. En este sentido, valoramos el espíritu con que el Presidente de la República ha enfrentado el informe de la Comisión Valech y compartimos sus reflexiones sobre el profundo efecto reparador que tendrá para la sociedad chilena hacerse cargo de la verdad de lo ocurrido en esos momentos particularmente difíciles y excepcionales de nuestra historia patria. Entendemos que no será fácil asumir la cruda realidad de lo vivido, pero ello será fructífero en la medida que este informe sirva para sacar lecciones para el futuro y no para reavivar rencores.
6. Tal como lo señalamos en nuestro documento “La Paz Ahora”, de 20 de junio de 2003, cuando nos referíamos a la situación de los afectados por la desaparición de sus seres queridos, “la justicia y la reparación se relacionan con el propósito de enmienda y resarcimiento que obliga a toda la comunidad.”
Fieles a lo señalado en esa oportunidad, creemos que la reparación a las víctimas de la tortura es una obligación de la sociedad chilena. Ella deberá cumplirse, tal como lo señaló el Presidente de la República, cuidando la justicia debida a otros sectores necesitados o postergados de nuestra sociedad.
Compartimos también la necesidad de promover en forma permanente el conocimiento y el respeto de todos los derechos humanos.
7. Finalmente, quisiéramos expresar nuestra solidaridad con las víctimas de la tortura y la violencia. Más allá de cualquier consideración histórica o política, las violaciones a los derechos humanos causaron y causan un dolor que nosotros también sentimos y asuminos públicamente el compromiso de reparar en todo lo que sea posible ese dolor y de evitar que ellas vuelvan a repetirse en el futuro.
Tal como lo señalamos precedentemente: Nunca más odio entre los chilenos, nunca más violencia, nunca más violaciones a los derechos humanos.
Unión Demócrata Independiente