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Padre Baeza: "Es un homicidio si devuelven a Jairo a Colombia"

Vicario de la Pastoral Social realiza una cerrada defensa del ex FARC Jairo Cuarán, pese a las fuertes acusaciones provenientes del gobierno colombiano.

01 de Diciembre de 2004 | 08:58 | Carolina Valenzuela, El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- "Él está súper preocupado porque sabe que si lo devuelven a Colombia es hombre muerto", afirma el padre Alfonso Baeza, Vicario de la Pastoral Social, quien conoce de cerca la situación que ha vivido el colombiano Jairo Cuarán, desertor de las FARC, que reside en Chile hace un año y nueve meses.

El sacerdote, quien por el rol que cumple la vicaría debió recibir al joven (30) en el país, no duda al sostener que confía en que Cuarán ya no sigue vinculado a grupos subversivos, como se ha sugerido en los últimos días.

"Esa seguridad yo la tengo por la gente que me afirmó desde Colombia que este joven desertó efectivamente de las FARC y también al verlo a él como está actuando", recalca Baeza, junto con explicar que Cuarán le ha dicho en más de una oportunidad que los delitos que se le imputan -secuestro, terrorismo y homicidio agravado- ocurrieron después de que dejó Colombia, y que por lo tanto es inocente.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) constituyen el principal grupo guerrillero de ese país y cuenta con unos 18 mil hombres en armas. Desde hace 40 años, protagoniza un conflicto interno que sólo en la última década dejó más de 10 mil muertos.

El religioso describe al ex FARC como una persona muy sencilla y de una gran calidad humana. "A mí me conmueve cada vez que lo veo, es una persona que está sufriendo interiormente mucho, que ha estado implicada en ideales que uno puede no compartir, pero que, precisamente por su bondad interna, no coincidía con los métodos de eliminación de gente que utilizan los grupos armados".

-¿Qué opina de las cosas que se dicen de él?

En tiempos de nuestra dictadura lo mismo se decía de muchos de lo que hoy día han sido dignificados o reconocidos, a quienes se les destruyó su fama acusándolos de muchos crímenes que no se pudieron comprobar y que finalmente no fueron crímenes. Entonces, a mí no me extraña que en estos conflictos –como el que se vive en Colombia- se puedan decir muchas cosas.

-¿Cómo está él con todo lo que está ocurriendo?

Muy preocupado. Él desertó de las FARC, y por otro lado, tampoco quiso colaborar en contra de las FARC. Este joven, al haber sido desertor, es considerado como un traidor, y otros quisieran tenerlo cerca para sacarle información, o vengarse de otras cosas, entonces realmente es un homicidio, a mi juicio, si lo devuelven a Colombia. Jairo ha vivido en Chile un tremendo calvario al no saber si lo van a echar o no, y para él fue un respiro grande conseguir que le dieran la permanencia por un año, al menos, mientras se consigue otra salida. Hemos intentado otra salida para que pudiera ir a otros países, pero no ha sido fácil, hasta el momento no se ha conseguido.

-¿Qué le parece que las autoridades revisen el caso?

Yo consideraría que es una cosa inaceptable, una debilidad muy grande frente al escándalo que se puede armar. Muchos escándalos a veces se arman artificialmente para crear una situación que puede escandalizar y opacar otras noticias. Entonces dejarse impresionar por esas cosas, y entrar a revisar nuevamente un tema que ya habían revisado por todos lados…no me parece.

-¿No cree que la situación podría generar problemas con Colombia?

Ese es uno de los argumentos que se da, pero no es para tanto. Yo leí que el jefe de inteligencia de Colombia se ponía en el caso de que los grupos de las FARC estarían tratando de rearmarse...a mí me parece que es algo que se puede pensar y que ellos como policía deben preocuparse de investigar, pero otra cosa es que sean ciertas. Yo entiendo la preocupación, pero en este caso no hay base, en el caso de Jairo no tienen razón para preocuparse de eso.

-¿Qué espera usted del Gobierno chileno?

Que cumpla lo de la canción nacional "o el asilo contra la opresión", el asilo contra los débiles, contra los perseguidos. Así como muchos chilenos, incluso ministros, tuvieron que salir porque si no perdían la vida, que se acuerden de eso y que no se dejen impactar tan fuertemente por una reacción escandalosa que no mira las consecuencias humanas para una persona. Si él se va a Colombia corre riesgo serio su vida, sería mandarlo a morir, y eso sería una vergüenza para un país. Las Naciones Unidas en ese sentido son sumamente estrictas en considerar que nunca un ciudadano que huye por razones políticas de un país puede ser devuelto al país de donde huyó.