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Torturados en la Esmeralda preparan querella contra la Armada

La acción legal iría contra el alto mando institucional que tan sólo hace días, a través de su Comandante en Jefe, lamentó los hechos acaecidos en buques de la institución.

04 de Diciembre de 2004 | 13:44 | EFE
SANTIAGO.- Dos ex funcionarios de Aduanas y una profesora que fueron torturados en el buque escuela "Esmeralda", entregaron hoy públicamente sus testimonios y anunciaron una querella contra el Alto Mando Naval de la Armada.

Se trata de Arnaldo Torres y Juan Azúa, militantes del Partido Socialista (PS), quienes el 11 septiembre de 1973 se desempeñaban en cargos profesionales en el Servicio Nacional de Aduanas.

A ellos se sumó la profesora de Educación Física, María Teresa Ríos, de Valparaíso, una de las tres mujeres que, de acuerdo a su testimonio, sufrieron tormentos y vejaciones en la nave, junto a una ciudadana alemana y otra chilena, según explicaron en una conferencia de prensa.

"Quienes fuimos torturados a bordo del Esmeralda, que sirvió de prisión de la Armada, teníamos entonces 25 ó 30 años, éramos profesionales, jóvenes idealistas, y las torturas que sufrimos arruinaron nuestras vidas, porque nuestras familias quedaron diseminadas por el mundo", relató Azúa.

Junto a los militantes socialistas que formularon estos cargos, estuvieron el vicepresidente del PS, el senador Jaime Gazmuri, y el secretario general de la colectividad, Arturo Barrios.

Este último tuvo un juicio crítico contra los almirantes que han sostenido que el informe Valech (por el obispo Sergio Valech) es unilateral y aseguró que "negar validez a los hechos que han ocurrido, es cobardía y una ofensa más para los torturados".

Hace tres días el Comandante en Jefe de la Armada, almirante Miguel Ángel Vergara, reconoció que el buque escuela Esmeralda y otras naves de guerra fueron utilizadas como cárcel y centro de torturas después del golpe de Estado, pero subrayó que se trató de la acción "de un grupo externo".

También sostuvo que la Marina como institución "jamás ha validado y ni siquiera insinuado la aplicación de torturas".

Estas declaraciones fueron calificadas como "una ridiculez" por el grupo, que incluso afirmó conocer las identidades de sus torturadores.

"Mi torturador fue un oficial de la Armada que siempre estuvo presente y que luego fue premiado", afirmó María Teresa Ríos.

Por su parte, Juan Azúa sostuvo que está más que claro que fueron marinos quienes cometieron los apremios ilegítimos en su contra y señaló que incluso eran los buzos tácticos quienes custodiaban a los detenidos en el agua y a bordo de la nave.

"Él (Miguel Ángel Vergara) habla de un cuerpo externo que intervino en esto. Nosotros sabemos exactamente quiénes fueron nuestro torturadores, fue el servicio de inteligencia naval, con nombre y apellido", dijo Azúa.