SANTIAGO.- La Cancillería aceptó hoy la renuncia del embajador en México, el abogado Fernando Molina, a contar del 31 de diciembre próximo, sin hacer comentarios sobre las críticas deslizadas por el diplomático de la oficialista Democracia Cristiana.
El Presidente Ricardo Lagos solicitó la renuncia del embajador el 23 de noviembre, que fue presentada nueve días después, con fecha 2 de diciembre.
El jueves pasado, al arribar a Santiago, Molina aseguró que su salida se debió a "infundios" y a un "complot" enmarcado en la lucha interna de la Concertación, por lo que se disponía a investigar los hechos hasta las últimas consecuencias.
En un comunicado público, la Cancillería declinó referirse a las palabras del diplomático y enfatizó que los cargos de embajador son de confianza del Presidente y que, por definición, están a disposición de éste en cualquier momento.
Según versiones de la prensa local, Ricardo Lagos determinó remover a su embajador pues en poco menos de un año en funciones tuvo una serie de conflictos que tuvieron repercusiones en los medios aztecas, como tres querellas interpuestas por razones laborales.
Otro incidente que complicó al diplomático fue el desembarco del buque escuela "Esmeralda" en Acapulco, en abril pasado. Los chilenos exiliados en México, de militancia socialista en su mayoría, organizaron manifestaciones en contra del velero, dado que fue un centro de detención en 1973.
"Antipatriotas"
Molina se molestó y calificó a los manifestantes de "antipatriotas", expresiones que fueron reproducidas por la prensa local.
Medios chilenos aseguraron además que el mandatario mexicano, Vicente Fox, quien visitó a Lagos en La Moneda en noviembre pasado, le habría deslizado críticas respecto del trabajo de Molina.
