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Juez procesa a militar (r) como autor de la muerte de Víctor Jara

Según la resolución dictada por el juez Juan Carlos Urrutia, el teniente coronel (r) del Ejército Mario Manríquez Bravo "facilitó los medios con que se cometió el homicidio de Víctor Jara, o al menos lo presenció sin tomar parte inmediata en él".

09 de Diciembre de 2004 | 11:28 | Carolina Valenzuela, El Mercurio en Internet
Lea la resolución

SANTIAGO.- El juez Juan Carlos Urrutia, titular del Quinto Juzgado del Crimen de Santiago, procesó al teniente coronel (r) del Ejército Mario Manríquez Bravo, como autor del asesinato del músico Víctor Jara, uno de los cantantes más populares del Chile revolucionario de la década del '70.

Éste constituye el primer procesamiento que se dicta en el marco de la investigación por el homicidio del músico, y sostiene que Jara perdió la vida en el Estadio Chile, último lugar en el que estuvo detenido, el 15 de septiembre de 1973.

Según lo establece la resolución, conforme al mérito de las declaraciones de Manríquez "se desprenden fundadas presunciones para estimar que a éste cupo una participación de autor en el delito referido, toda vez que en su condición de jefe del campo de prisioneros en que fue transformado el Estadio Chile en la época de los hechos, y teniendo el grado de teniente coronel, era el oficial de mayor graduación que había en ese momento, por todo lo cual facilitó los medios con que se cometió el homicidio de Víctor Jara, o al menos lo presenció sin tomar parte inmediata en él".

El texto legal agrega que el cantautor fue brutalmente golpeado y torturado al interior del Estadio Chile, y precisa que sus manos sufrieron golpes de culatas de fusiles lo que las dejó reducidas a una sola llaga.

El documento precisa que al cantautor "se le dio muerte en el mismo Estadio Chile, mediante múltiples disparos realizados presumiblemente con armas automáticas, y su cadáver, junto con los cuerpos de otros detenidos, permaneció en el lado oriente del foyer o hall de acceso a dicho recinto por un tiempo determinado. Posteriormente su cadáver fue sacado del Estadio Chile y arrojado con los cuerpos de otras cinco personas en las inmediaciones del Cementerio Metropolitano cerca de la línea férrea".

"Hoy es un día feliz para la cultura nacional. A pesar del transcurso del tiempo cuando existen jueces con dedicación exclusiva que actúan de la manera profesional y acuciosa como lo hace el señor Urrutia, indudablemente este país puede mirar mucho más esperanzado el devenir de los acontecimientos en el tema de los derechos humanos", aseveró el abogado querellante Nelson Caucoto, quien recordó que Jara sigue siendo un ícono irremplazable en la historia artística del país.

"Lo mataron simplemente por dedicar sus canciones, su arte, su danza y el folclor al mundo popular, y fue tomado casi como un trofeo para los militares", agregó el jurista.