SANTIAGO.- La directora del Programa Chile Sustentable, Sara Larraín, manifestó serias dudas sobre el primer informe por la muerte de cisnes en el río Cruces, argumentando que "sus resultados parciales contribuyen a mantener la desinformación sobre la catástrofe y no apunta a las fuentes de contaminación, pese a que el problema comenzó, coincidentemente, cuando Celulosa Arauco empezó a verter sus residuos industriales en el Río Cruces".
A su juicio, las conclusiones presentadas parecen a lo menos dudosas, declaró Larraín. "Porque inclusive el director del Instituto de Zoología de la Universidad Austral, Roberto Schalatter, explicó que en la mayoría de los cisnes analizados se encontró una importante concentración de compuestos tóxicos" comentó.
Ante la desconfianza de la ciudadanía por estas contradicciones, Larraín sostuvo que "es urgente trabajar con expertos internacionales que investiguen paralelamente y que la Convención Internacional Ramsar sea partícipe fundamental del caso, para ello las autoridades debieran declarar la zona como de catástrofe ambiental".
Además, la ecologista enfatizó que las autoridades deben comenzar a tomar medidas, pues si se espera hasta marzo del próximo año para conocer el informe final sobre el caso, ya no existirán cisnes en el humedal.
La ecologista manifestó que es inconcebible que frente a los graves perjuicios ambientales que se están produciendo en el Río Cruces, las autoridades no mencionen ningún tipo de responsabilidad de parte de la empresa Celulosa Arauco, la cual que Chile Sustentable ha incurrido en una serie de irregularidades
Entre éstas destacan que la planta supera en 300 mil toneladas anuales las 550 mil autorizadas de producción, que la piscina de la planta está recibiendo 48 horas de residuos líquidos en vez del máximo establecido de 24 y que los lodos del tratamiento no cumplen con lo dispuesto.
Por último, la directora de Chile Sustentable expresó que "ya es recurrente en el SEIA de la Ley 19.300 el ocultamiento y falseo de información, las presiones y discrecionalidad política en el sistema de evaluación y la nula fiscalización. Todo ello desacredita la temática y la institucionalidad ambiental".
