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Abogados querellantes indignados por traslado de Pinochet a Los Boldos

Eduardo Contreras, dijo hoy que el ex gobernante "está jugando con la justicia" y reiteró que no está inhabilitado para enfrentar un juicio criminal.

31 de Diciembre de 2004 | 14:15 | Agencias/El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- Muy enojados se mostraron hoy los abogados querellantes en varios casos que se siguen en la Justicia en contra del general (r) Augusto Pinochet, por el viaje que éste realizó ayer a su parcela de Los Boldos, ubicada en la Quinta Región.

Uno de los juristas, Eduardo Contreras, dijo hoy que el ex gobernante "está jugando con la justicia" y reiteró que no está inhabilitado para enfrentar un juicio criminal como sostienen sus defensores.

"Pinochet se pasea tranquilamente, pasa a trabajar y no me extrañaría que esta noche celebre el Año Nuevo bailando en una discoteca", ironizó el jurista.

El retirado militar se trasladó en la tarde de ayer a su parcela de descanso. Antes de eso, visitó sus oficinas privadas en Las Condes, lo que a juicio de los querellantes demuestra que sus facultades mentales no tienen problemas.

Pablo Rodríguez, jefe del equipo jurídico que representa a Pinochet, declaró que "es una estupidez" pensar que su cliente no puede salir de la casa o realizar actividades propias de su edad.

"El necesita distraerse, no puede estar encerrado en su hogar", agregó.

Pinochet, de 89 años, está a la espera de que la próxima semana la Corte Suprema decida si anula o avala el procesamiento ordenado el 13 de diciembre por el juez Juan Guzmán, por un homicidio y nueve secuestros de opositores, entre 1975 y 1977, en el marco de la Operación Cóndor.

La defensa del ex senador vitalicio paralizó el encausamiento y la orden de detención con un recurso de amparo que ya rechazó la Corte de Apelaciones.

Cinco días después del procesamiento, Pinochet fue hospitalizado por un microderrame cerebral y le administraron la extremaunción por su gravedad, dijo su familia. El general padece de una demencia vascular subcortical moderada, producto de los infartos cerebrales.

Los querellantes sospechan de una exageración de las enfermedades de Pinochet para anular las investigaciones criminales.

El 2002 la Corte Suprema lo sobreseyó de un juicio por 75 asesinatos de prisioneros políticos, en el marco del caso Caravana de la Muerte.
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