VALDIVIA.- Como una catástrofe ecológica de grandes proporciones, definieron distintos especialistas y expertos en temas ambientales, el actual estado del Santuario de la Naturaleza "Carlos Anwandter", en el río Cruces de Valdivia, el cual presenta la muerte masiva y éxodo de animales y la desaparición de gran parte del luchecillo, planta que sustentaba al ecosistema.
Para la directora ejecutiva del Centro de Estudios Agrarios y Ambientales CEA, Patricia Möller, el ecosistema del río Cruces se caracterizaba por ser un ambiente único, en el cual se estableció una vegetación acuática que permitió sustentar una fauna diversa, entre ellas a los cisnes de cuello negro que convirtieron al humedal en el lugar de anidación más grande de Sudamérica.
"El luchecillo, que crecía en abundancia, determinó el sustento de una gran población de aves herbívoras como las taguas y los cisnes. Con su muerte, se produjo la pérdida de sedimento del río, que ya no está retenido en el humedal, sino que está saliendo río abajo llegando al río Valdivia", expresó la profesional.
Möller manifestó que la desaparición casi total del luchecillo y otras algas, que provocó el éxodo de cisnes de cuello negro y otras aves acuáticas del río Cruces, generó una transformación radical del ecosistema.
En tanto, el doctor en Ciencias Ambientales y presidente del Comité Chileno de la Unión Mundial para la Naturaleza (Uicn), Andrés Muñoz, dijo que la situación "no puede ser más grave".
A su juicio, el sitio Ramsar y Santuario es actualmente un escenario catastrófico que aglutinará al corto plazo "luchecillo desprendido y muerto, barro y cisnes sobrevivientes".
En tanto, el presidente de la Corporación Terra Australis, Jorge Oporto declaró que sin tener grandes pruebas, se puede preveer que la ausencia de luchecillo y la aparente disminución de peces, constituyen un quiebre dramático.