SANTIAGO.- Pasadas las 11:30 horas de hoy, las cenizas de la joven Francisca Cooper Larraín, fallecida en el tsunami ocurrido en el sudeste asiático el pasado 26 de diciembre, llegaron al Aeropuerto Internacional de Santiago Arturo Merino Benítez.
Los restos fueron repatriados por su padre, Alan Cooper, quien tras el aterrizaje del avión de Lufthansa se dirigió inmediatamente al sector VIP del terminal aéreo. Posteriormente abordó en silencio un auto de la caravana familiar que lo esperaba en el aeropuerto, sin hacer declaraciones a la prensa.
En el mismo vuelo llegó también Cristián Mena, otro chileno que se encontraba en la zona al momento de la tragedia. Luego de reunirse con su familia que lo esperaba en el aeropuerto, Mena sostuvo que lamentaba profundamente lo que vivía la familia Cooper Larraín. Respecto a la tragedia misma afirmó que "la gente quedó muy mal y no reaccionaba en un primer momento. Lo primero que había fue impacto y caos, y después la cosa era comenzar a ayudar".
En tanto, su padre dijo sentirse afortunado al poder abrazar a Cristián, mientras unos metros más allá la familia Cooper Larraín sólo recibía las cenizas de su hija.
Los restos de la joven profesora del colegio Santa Cruz de Chicureo serán trasladados a la parroquia San Francisco de Sales de la comuna de Vitacura, donde a las 17:00 horas tendrá lugar un primer responso fúnebre que será oficiado por los sacerdotes Juan Barbudo y Felipe Berríos. En la ceremonia también estará presente el canciller Ignacio Walker.
La misa de difuntos será realizada en la misma iglesia a las 10:00 horas de mañana. Posteriormente, los asistentes se dirigirán al cementerio Parque del Recuerdo, donde dejarán las cenizas de Francisca Cooper Larraín.
La joven se encontraba de luna de miel en la isla Phi Phi junto a su esposo Aurelio Montes del Campo cuando ocurrió el desastre. La pareja se había separado sólo por algunos momentos cuando dos olas enormes cayeron de lleno sobre el hotel donde la joven tomaba el sol. Su marido logró salvarse gracias a que en esos momentos se encontraba caminando por una colina cercana.
Aunque sufrió algunas heridas, Aurelio Montes inició de inmediato una frenética búsqueda de su mujer, a la que posteriormente se sumó su suegro, Alan Cooper; el padrino de Francisca, Juan Luis Bulnes, y sus propios padres.
Las dudas sobre el paradero de la profesora del colegio Santa Cruz de Chicureo se despejaron el 3 de enero pasado gracias a la ayuda del médico forense argentino-israelí Ricardo Najman, quien dio con su cuerpo en una morgue de la ciudad de Krabi.
Los restos de Francisca fueron cremados en una íntima ceremonia que se realizó en un templo budista y a la que asistieron su marido, sus suegros, su papá y su padrino.
