SANTIAGO.- Detrás de las innumerables, fugaces y desesperadas dietas que aparecen con el inicio del verano, existen una serie de mitos. Uno de ellos dice relación con el consumo de leche, el que en muchas ocasiones al iniciar la dieta es abruptamente suspendido.
El consumo de leche descremada dentro de un plan de alimentación diaria no significa ningún peligro a la hora de iniciar la batalla contra los kilos demás. Es más, en estos últimos 3 años se ha destacado aún más la importancia de mantener una ingesta adecuada de calcio por su acción en la regulación del peso corporal ya que se ha visto que la baja ingesta de calcio se asocia con mayor formación de tejido adiposo.
Esto cobra mayor relevancia, sobre todo cuando de un día para otro se cambian los hábitos alimentarios, dejando atrás el consumo de importantes alimentos, incluida la leche.
Una de las ventajas del consumo de leche descremada, radica fundamentalmente en que al no aportar grasas saturadas y al tener un menor aporte calórico contribuye a la prevención de la obesidad y enfermedades cardiovasculares. A lo anterior, se suma su aporte de proteínas que ayuda a mantener la masa muscular y su contenido de calcio muy efectivo en la prevención de la osteoporosis.
Al momento de iniciar una dieta, más que estar pendientes del tiempo que tardará en hacer efecto, se debe dar énfasis en consumir aquellos alimentos que sí aportan lo necesario para mantener una vida saludable, sin olvidar que una alimentación sana debe ir de la mano con la realización de actividad física diaria.