VALPARAÍSO.- El director de Vialidad, Sergio Galilea, acudió nuevamente ante la comisión que investiga la caída del puente Loncomilla, insistiendo que las razones definitivas de la caída las proporcionará la investigación que lleva a cabo el DICTUC.
Galilea no refutó del todo la versión entregada por Jorge Erazo, dueño de la empresa constructora del puente, en relación a que tras el hundimiento de las cepas, las vigas se habrían superpuesto, lo que habría causado el accidente.
Al respecto, el jefe (s) del Departamento de Puentes del Ministerio de Obras Públicas, MOP, Walter Wilson, manifestó que en una revisión de la historia del puente, desde 1993 a el 2004, "no es posible, desde mi punto de vista como profesional, aventurar una opinión y decir: por esta razón colapsó”.
En tanto, Francisco Cornejo, Ingeniero jefe de Puentes de Vialidad, reconoció que no era posible detectar si existían fallas en la viga, puesto que estaba a 15 metros de altura, por lo que era "muy difícil visualizar y ver que la viga está fallando".
En este punto, los diputados de la comisión de Obras Públicas preguntaron si había habido una revisión completa del puente, a lo que Cornejo respondió que "no tenemos elementos para revisar el puente de manera exhaustiva".
Sergio Galilea reconoció que faltó capacidad para actuar con rapidez. "Nosotros no tuvimos los controles suficientes, las alarmas suficientes, y eso es lo grave. Ni la empresa se dio cuenta que se podía caer el puente, ni nuestra inspección fiscal", añadió.
A la sesión también asistieron especialistas en la materia, como el ingeniero Víctor Sarmiento, experto en soldadura, quien dijo que ciertos parámetros en la construcción del puente estaban fuera de la norma chilena.
Sarmiento expresó que "las normas constructivas no se respetaron", lo que llevó a un deterioro prematuro de la vida útil del puente, que se calculaba en 20 años, pero que no alcanzó ni a la mitad.
El profesional descartó que el exceso de peso que circulaba por el puente haya sido causal de su caída, como se dijo en algún momento, sino que lo atribuyó a "una concatenación de errores", entre ellos, la soldadura de las vigas, en donde se procedió fuera de lo que establecen las normas chilenas.