SANTIAGO.- Después de tres meses de trabajo coordinado entre locatarios, Policías, Sernatur, Sesma (actualmente la Seremi de Salud) y la División de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, el Barrio Suecia trabaja para volver a ser un centro turístico seguro.
Así lo aseguraron el director de la División de Seguridad Ciudadana, René Jofré; el dirigente de los locatarios, Damir Solar; y representantes de Sernatur, Carabineros e Investigaciones, quienes hoy dieron a conocer los resultados del trabajo que se ha estado realizando desde octubre en el sector.
Las denuncias de delitos de mayor connotación social entre octubre y noviembre de 2004 bajaron en un 45,8% en comparación con el trimestre julio-septiembre, un poco menos de la mitad.
De esta manera, se quebró el comportamiento histórico de este tipo de delitos en octubre y noviembre, meses que siempre presentaban un incremento importante en comparación con agosto-septiembre.
Respecto al tipo de delito, todos presentaron bajas, siendo lesiones el que muestra un mayor decrecimiento.
Hurto: Una baja de 44,4%.
Lesiones: Una baja de 91,7%.
Robo con fuerza: Una baja de 37,5%.
Robo con violencia: Una baja de 18,8%.
Del total de denuncias efectuadas entre octubre y noviembre, el 70% corresponde a delitos contra la propiedad (hurto con un 56,7% y robo con fuerza con un 13,3%). En tanto, los robos con violencia tienen una participación de un 16,4%.
Medidas adicionales
Además de la reducción en las denuncias de los delitos, la mesa de trabajo del Barrio Suecia ha logrado un desincentivo de las llamadas "barras al costo"; la normalización de las patentes de más de 20 locales; la capacitación de guardias de seguridad, quienes deberán estar certificados; y una mayor fiscalización del Sesma.
De los 41 locales que se encontraron funcionando, 24 quedaron con observaciones, a 12 se les inició sumario sanitario y 4 estaban trabajando en adecuadas condiciones.
Las deficiencias más frecuentes que originaron un sumario sanitario fueron:
Luces de emergencia sin funcionar y señalética de escape inexistente o no visible.
Instalaciones eléctricas improvisadas.
Extintores de incendio vencido, con presión insuficiente o mal ubicados.
Vías de evacuación obstruidas.
Falta de orden y aseo en la cocina.
Baños y lavamanos de cocina sin jabón y sin toallas de un solo uso.
No existencia de servicios higiénicos, separados por sexo, para el personal.
Ausencia de vestidor con casilleros guardarropas.
Manipuladores de alimentos sin uniforme.
Filtros de grasa de las campanas de cocina colmados con grasa.
Equipos de frío sucios.
Refrigeradores sin sistema de registro de temperatura.
Objetos ajenos al rubro en el interior de la cocina.
Mantención de alimentos perecibles a temperatura no adecuada.