SANTIAGO.- El ministro Secretario General de Gobierno Francisco Vidal restó importancia a la llamada telefónica que realizó ayer el canciller Ignacio Walker a su homólogo peruano Manuel Rodríguez, para manifestar la preocupación del gobierno chileno por los dos jóvenes graffiteros que rayaron un muro incaico en el Cusco.
"Fue una apreciación de carácter humanitario, incluso el propio ministro Walker sostiene que esa declaración en particular la hacía en su calidad de abogado", señaló Vidal.
Lo anterior tiene relación con la llamada telefónica que el ministro de Relaciones Exteriores chileno hizo a la autoridad peruana para expresar la preocupación del Ejecutivo por la cantidad de días que llevan detenidos Enzo Tamburrino y Eduardo Cadima.
El vocero señaló que el Gobierno sí está pendiente de la situación de los graffiteros, pero explicó que "frente a esa comprensión de carácter humanitario está coexistiendo un principio del Gobierno, que en asuntos de otros estados, es el respeto a las instituciones peruanas".
Respecto a las declaraciones de la jurista peruana Trinidad Mujica, defensora de los jóvenes, quien denunció que el caso se estaba politizando, Vidal señaló que "no vamos a comentar las opiniones de la abogada, ella está haciendo su papel como corresponde"
Al finalizar, el ministro anunció que el Ejecutivo seguirá colaborando con los jóvenes y sus familias en todo "lo debido".
"En el tema de nuestros compatriotas detenidos en Cusco, la decisión del Gobierno es permanente, solidaridad y comprensión a las familias, a la difícil situación que ellos vivien, pero mantenemos nuestro principio de dejar que el sistema peruano opere autónomamente", enfatizó.