SANTIAGO.- El gobierno chileno negó hoy que el canciller Ignacio Walker fuera a entrevistarse con el presidente de la Corte Suprema de Perú, Walter Vásquez, para analizar el proceso que se lleva en Cusco a dos chilenos involucrados en el rayado de un muro incaico.
El caso ocurrió el pasado 30 de diciembre, cuando los turistas Enzo Tamburrino, de 19 años, y Eduardo Cadima, de 20, fueron arrestados por supuestamente pintar un grafiti con aerosol. Cadima quedó en libertad vigilada el miércoles pasado, mientras Tamburrino sigue en el penal de Quencoro, pues se le rechazó el mismo beneficio.
El vocero del gobierno chileno, Francisco Vidal, declaró a Radio Cooperativa que la información de prensa respecto del encuentro entre Walker y Vásquez es "absolutamente errónea". Acotó que el canciller lo llamó para pedirle que comunique a la prensa que no es efectivo que tenga previsto ir a Perú a entrevistarse con el magistrado.
De acuerdo a la emisora, hay coincidencia entre la Cancillería chilena y la defensa de los jóvenes, en el sentido que una intervención del Ejecutivo entorpecería la pronta solución del caso.
Perjudicada
Al respecto, María de la Luz Saldías, madre de Tamburrino, dijo que no sabe nada de la presunta reunión y que la prensa ha publicado informaciones que la perjudican.
Además, insistió en que a su hijo se le denegó la libertad por la fuerte presión de la prensa de Cusco, indignada por la salida de Cadima. La apelación será ante la Corte Suprema, donde la mujer considera que el tribunal estará menos presionado.
Por su parte, Cadima -quien está con libertad vigilada en un recinto religioso de Cusco que le ofreció alojamiento- ha declarado a medios chilenos que fueron golpeados desde el primer día, que se les obligaba a cantar el himno de Perú y que sufrieron un intento de violación en la cárcel, avalado por sus carceleros.
El joven insiste en que él no participó en la pintada y que sí lo habría hecho Tamburrino, tras aceptar el desafío de un peruano que era quien llevaba la lata de spray, el cual -asevera- fue liberado por la policía e ignorado en el proceso judicial.