 Ballenas azules captadas desde un helicóptero naval. |
VALPARAÍSO.- Un hecho sin precedentes se suscitó hace un par de semanas luego que investigadores avistaran desde un helicóptero naval un grupo de 23 ballenas azules al noroeste de la isla Grande de Chiloé, en una extensión aproximada de 100 kilómetros.
El hecho ocurrió en el marco de la investigación del Centro de Conservación Cetácea (CCC), que es patrocinado por la Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante, Directemar, y que busca establecer una red de avistamiento de cetáceos a lo largo del país para identificar las zonas con mayor presencia y así poder establecer medidas de protección y conservación hacia esas zonas marinas.
La inspección en la que participaron la directora del organismo no gubernamental Elsa Cabrera y José Truda Palazzo, vicecomisionado brasileño ante la comisión ballenera internacional, consistió en un sobrevuelo desde San Pedro (norte de Puerto Montt) hasta Cucao, a bordo del Helicóptero Naval HP-46, de dotación de la Gobernación Marítima de Puerto Montt y pilotado por el Teniente Segundo, Marcelo Pinochet.
El suceso quedó registrando en una fotografía, constituyendo un hito histórico según los expertos, donde aparecen siete de estos ejemplares en extinción y que motivó a los investigadores para reunirse con representantes de la Armada, a quienes agradecieron el apoyo logístico prestado desde el 2003 y les manifestaron su interés en presentar ante los organismos competentes un proyecto que propondrá medidas de conservación y uso no letal de la especie en la X región.
La propuesta está en etapa de recolección de información y evaluación de las alternativas de protección y conservación y es de enorme importancia considerando que estos cetáceos se han visto desde los tres y diez kilómetros de la costa, lo que las hace un caso único de presencia cercana en el mundo, posicionando a Chile como uno de los principales destinos de turismo de observación de ballenas.
Elsa Cabrera asegura que "no hay ningún lugar en el mundo en este momento donde se pueda realizar avistamiento costero de ballena azul".
A modo de explicación, la directora señala que Chile, por sus características geográficas y la falta de plataforma continental, genera las condiciones para que estos animales puedan acercarse a la costa y alimentarse del abundante krill. Esto la convierte en un área muy dinámica que debe considerarse para su resguardo, representando una gran responsabilidad nacional e internacional frente a la planificación e implementación de medidas de conservación orientadas a la recuperación de esta especie que actualmente se encuentra en peligro de extinción.
El brasileño José Truda, quien tiene 21 años trabajando en el proyecto de ballena franca en su país, declaró que nunca había vivido una experiencia igual y valoró el apoyo de la Directemar considerándolo "de importancia mundial".
Animal más grande del mundo
La ballena azul es el animal más grande que ha existido en el planeta, llegando a un largo máximo de 33 metros. Puede vivir 80 años y alcanzar una peso superior a las 100 toneladas, aunque los especímenes encontrados en Chiloé llegan a un largo de 25 a 27 metros.
Se alimentan de un pequeño crustáceo llamado krill (entre 2 y 8 toneladas diarias por especie) y que se muestra abundante según la última expedición aérea efectuada desde San Pedro (norte de Puerto Montt) hasta Cucao.
Cazados al borde la extinción hasta 1986, actualmente los grandes cetáceos, como se denominan a las ballenas, orcas y cachalotes, se encuentran protegidos de la caza y el comercio internacional. La legislación chilena prohíbe la captura de cetáceos en sus aguas jurisdiccionales, con el fin de proteger efectivamente especies que forman parte irremplazable del patrimonio natural.