SANTIAGO.- Horas críticas atraviesan Marcia Zapata, de 42 años, y Patricia Muñoz, de 53 años en la UCI del Hospital Clínico Universidad de Chile a la espera de un trasplante hepático.
Ambas mujeres presentan una falla hepática fulminante desde el fin de semana pasado, lo que sumado al deterioro progresivo del hígado de las pacientes ha obligado al equipo médico a desplegar el máximo de sus capacidades.
Sin embargo, el tiempo se acaba, aunque la familia de ambas pacientes "no baja los brazos" y tampoco pierde las esperanzas.
"Ya no sabemos qué más hacer para llegar al corazón de los chilenos y de quienes, viviendo el dolor de perder un ser querido, pueden tomar una decisión generosa para prolongar la vida de nuestras esposas", afirmó en un angustioso llamado don Juan Carlos Monardes, esposo de Patricia, madre de 5 hijas.
Por su parte, don Alonso Aguilera, marido de Marcia, es enfático en señalar que "quizás sea la última oportunidad de llamar a la donación de órganos, especialmente a través de la Corporación del Trasplante".
La Corporación del Trasplante no cuenta con recursos para tener monitores en todos los centros y por ello es labor de los profesionales de cada unidad asistencial pesquizar y monitorear pacientes en muerte cerebral que sean posibles donantes, para salvar la vida de estas mujeres.
"Necesitamos que las UCI estén atentas a nivel nacional, no basta la solidaridad de las personas, también se requiere que todos los médicos de Chile tengan en mente esta emergencia", señaló uno de los facultativos tratantes.
Según datos de la Corporación del Trasplante el 2% de los pacientes que fallecen en Chile son por muerte encefálica y por lo tanto potenciales donantes. Una mínima cifra que refleja las difíciles opciones que tiene un candidato a trasplante en la lista de espera o como ocurre en estos casos en prioridad nacional.