SANTIAGO.- Inmediatamente luego de arribar esta noche a Roma, el ministro de Relaciones Exteriores, Ignacio Walker, se trasladó a la Basílica de San Pedro en donde oró ante los restos mortales del Papa Juan Pablo II.
Una vez al interior de la sede eclesiástica romana, el canciller sostuvo un encuentro con el secretario particular del Santo Padre, el Arzobispo polaco Stanislav Dzewisz, a quien presentó personalmente las condolencias del Presidente Ricardo Lagos.
Asimismo, ante el Papa, el Ministro Walker rezó por la salud de la madre del Presidente Ricardo Lagos, señora Emma Escobar, quien se encuentra gravemente enferma.
Acompañaron al canciller chileno a la capilla ardiente de Juan Pablo II, parte de la delegación chilena que ya se encuentra en Roma. Allí estuvieron presentes el presidente de la Cámara de Diputados, Gabriel Ascencio; el ex Embajador ante la Santa Sede, Javier Luis Egaña; el diputado, José Antonio Viera Gallo. Junto a ellos estuvo el Embajador ante el Vaticano, Máximo Pacheco, y el Embajador en Roma, Eduardo Araya.
Al abandonar la Basilica, que a esa hora se encontraba absolutamente repleta de peregrinos, el canciller chileno señaló que "fue un momento realmente emocionante; estar junto a él, poder orar. Resulta incluso una paradoja que el que ha sido el Papa peregrino reciba aquí a los peregrinos que han venimos de todo el mundo a despedirle y rendir un homenaje".
Walker agradeció la posibilidad de "haberle podido transmitir, desde tan cerca, a sólo un par de metros de él, lo que la gente me decía en el aeropuerto: Canciller envíele nuestro cariño, dígale que lo extrañaremos y que estamos con él", a lo que agregó que "me impresionó ver a los cardenales que se encontraban orando en el lugar, aquellos que ahora tienen en sus manos una tremenda responsabilidad".
