SANTIAGO.- Desde Pinochet, pasando por Cuba y el matrimonio de homosexuales, entre una veintena de los más variados temas políticos, sociales y personales, las precandidatas de la Concertación, Soledad Alvear y Michelle Bachelet, confrontaron sus posiciones en el primer debate nacional previo a las primarias del oficialismo.
El encuentro se desarrolló en medio de una gran expectación puesto que es el primer enfrentamiento, en casi 200 años de historia republicana, que reúne a dos candidatas mujeres que postulan a la Presidencia de la República.
En los poco más de 70 minutos que duró la cita, ambas abanderadas se vieron muy serias y nerviosas, y rara vez esbozaron una sonrisa, sobre todo porque la mayor parte de las preguntas estaban relacionadas con temas conflictivos.
Especialmente en el caso de Alvear, quien debió sortear desde el inicio del encuentro una serie de temas que la complicaron, como fueron las relacionadas con la ausencia del presidente de la DC, Adolfo Zaldívar, y de su esposo, Gutenberg Martínez, en el debate, la vinculación de éste último con la licitación de las causas de la Defensoría de la Región Metropolitana, el gasto en Defensa y su derrota ante Michelle Bachelet en las encuestas.
Donde no existe duda es en el fair play que reinó durante todo el encuentro, ya que ninguna candidata atacó a su contendora.
Una de las situaciones en que Soledad Alvear intentó demostrar su superioridad frente a Bachelet fue en la relativa al tema de los derechos humanos en Cuba. La pregunta estuvo dirigida originalmente a Bachelet, quien al ser consultada si en su eventual gobierno condenaría al régimen castrista, afirmó que iba a "evaluar la situación. Si hay violación podré tomar una decisión, pero esa decisión (postura) será para todos los países del mundo".
Cuando le correspondió a Alvear contestar otra pregunta destinó algunos minutos a hacer ver que, siendo ella canciller, votó a favor de la condena a Cuba en virtud de ser consecuente al principio de respetar ante todo los derechos humanos. Por ello, recalcó que el Gobierno de Lagos no sólo reprobó la situación en la isla sino que además las violaciones de DD.HH. en la prisión que Estados Unidos mantiene en Guantánamo.
Ante el aplauso de los 180 invitados, ambas abanderadas, Bachelet vestida de negro, y Alvear, con un traje de dos piezas rojo, ingresaron a las 22:00 horas en punto a la sala del centro de eventos SurActivo, donde se desarrolló el debate.
La primera pregunta, formulada por el periodista Amaro Gómez Pablos, fue cómo pretende enfrentar Bachelet la desigualdad en la distribución del ingreso en Chile. La candidata del bloque PS-PPD-PRSD respondió que el fortalecimiento de la educación, desde la infancia, es la herramienta principal para terminar con la injusticia social y la pobreza.
En tanto, la consulta dirigida a Soledad Alvear, por la periodista Constanza Santa María, fue cómo pensaba revertir sus bajos resultados en las encuestas ante la ventaja de Michelle Bachelet. La candidata dijo que éste es la etapa para dar a conocer su proyecto de Gobierno y que cree firmemente en sus posibilidades de llegar a La Moneda. Además, dijo que su sueño es avanzar hacia el desarrollo con valor.
Otros temas que dominaron el enfrentamiento fueron la derogación de la ley reservada del cobre, el matrimonio entre homosexuales, la licitación de las causas de la Defensoría en la Región Metropolitana, la disminución de impuestos y el conflicto medioambiental que enfrenta la Celulosa Arauco Constitución.
Bachelet: No estoy de acuerdo con el matrimonio de homosexuales
Uno de los puntos sobre el que existía incertidumbre era la posición de Michelle Bachelet acerca de los matrimonios entre homosexuales. Al ser consultada si ella está a favor de ese tipo de enlaces, la abanderada respondió que no está de acuerdo. Precisó que la legislación chilena sólo contempla el matrimonio entre un hombre y una mujer.
Al comienzo del debate se intentó poner en aprietos a la candidata de la DC a raíz de la inasistencia del presidente de su partido, Adolfo Zaldívar, al encuentro. Ante esto, Alvear aseguró que ella se sentía suficientemente apoyada por el resto de los miembros de la directiva de la Falange, así como por sus amigos y familiares.
Asimismo, se le preguntó si existía alguna anomalía en la adjudicación de un 48% de las causas penales que licitó la Defensoría en la Región Metropolitana por parte de la Sociedad Defensa Jurídico Penal, que tiene entre sus socios a la Universidad Miguel de Cervantes, cuyo presidente es Gutenberg Martínez, esposo de Alvear.
Ante esta consulta, la candidata no dudó en defender la honestidad de su marido y con firmeza declaró que si lo que se pretende es perjudicar su carrera a La Moneda, que la ataquen directamente a ella y no a los que la rodean.
"Si alguien quiere atacarme, la candidata a la presidencia de la República soy yo, así que atáquenme a mí, no ocupen a terceros para atacarme a mí. Yo soy la candidata a la presidencia de la República. Siento que éste es un ataque infundado que merece mi más fuerte reproche".
Relación con un frentista
En tanto, la pregunta que pretendía complicar a Bachelet fue la referida a su antigua relación con un miembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Ésta fue su respuesta: "Hace 20 años atrás tuve una pareja del Frente Patriótico (FPMR). Cuando la gente trabaja conmigo yo nunca le pregunto su militancia ni si participa en una actividad u otra. Lo que me importa son los valores, las personas, sus sueños, sus convicciones, y en ese sentido, él tenía su pensamiento, yo tenía el mío".
Respecto de si promoverá o no un alza de impuestos, Bachelet afirmó que va a mantenerlos, pero que "si es necesario haremos un diálogo social para ver cómo lo hacemos sin que implique la alteración del crecimiento económico".
Otro de los temas espinudos que debió enfrentar Soledad Alvear fue el del "excesivo" gasto en Defensa durante el gobierno del Presidente Ricardo Lagos. Al ser consultada acerca de cuál es la justificación para que el Gobierno de Lagos haya destinado una mayor cantidad de recursos en esa cartera, la precandidata de la DC no contestó la pregunta y ante la insistencia del periodista dijo que era necesario que las Fuerzas Armadas contaran con los recursos suficientes para mantener su capacidad disuasiva.
El debate finalizó con el espacio que el moderador, Bernardo de la Maza, otorgó a las candidatas para que pronunciaran sus respectivos mensajes. En éstos ambas abanderadas destacaron su origen sencillo, de clase media, por sobre otros aspectos de carácter programático.
"Me siento acompañada por cientos de chilenos y chilenas que me han deseado fuerzas. Hoy 27 de abril es el cumpleaños de de mi padre, hombre de clase media que me enseñó muchos valores. Tenemos muchas cosas que hacer. Estoy dispuesta a ser candidata porque estoy convencida que estos esfuerzos nos ayudarán a sacar al país adelante", sostuvo Bachelet.
En tanto, Soledad Alvear afirmó que ella no iba a hablar de sus logros sino de lo que ella es. "Vivimos en Puente Alto como hacen las familias de clase media, con esfuerzo, con mucho esmero, con mucha sencillez. (...) Yo también tengo un sueño, de lograr que nuestro país avance hacia ese desarrollo con valores en donde la clase media tenga su espacio, en donde podamos tener la educación que nuestros hijos requieren, en donde podamos apoyar a los pequeños y a los microempresarios".
