SANTIAGO.- A disposición del 22 Juzgado del Crimen de Santiago quedó Luciano Fernández Campuzano de 34 años quien confesó el crimen de la menor Andrea Díaz Román, cuyas osamentas fueron halladas ayer jueves en una construcción en la comuna de Recoleta, tras desaparecer en 1993.
Fernández Campuzano confesó que tras haber cometido el crimen la enterró en el patio de sus suegros, terreno que posteriormente fue vendido y donde actualmente se realizaba una construcción.
Confesó también a la policía que mediante engaños hizo que la niña entrara en su domicilio cuando se dirigía al colegio, luego abusó de ella y la ahorcó para que no gritara, tras lo que sepultó a la pequeña en el patio trasero.
El jefe de la brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, Oscar Bakovic, aseguró que el sujeto no ha mostrado signos de arrepentimiento.