SANTIAGO.- Tras permanecer seis meses detenidos en el Cusco, esta mañana arribaron al país los denominados "grafiteros chilenos", Eduardo Cadima y Enzo Tamburrino.
Los jóvenes, que se mostraron muy felices por el retorno, calificaron de injusta la situación que enfrentaron en Perú, donde fueron acusados de alterar el patrimonio cultural al rayar el muro de un beaterio colonial, levantado sobre cimientos precolombinos.
"No sé cómo explicarlo. Me siento bien. Fue difícil, pero ya pasó", dijo Tamburrino.
"Sabía que alguna vez tenía que llegar pero no tenía certeza de cuándo", añadió el joven, quien sostuvo que la moraleja que aprendió en el vecino país es que "hay que cuidarse".
A las 17:30 horas de ayer, los chilenos, acompañados de Cybill, la hermana de Eduardo, y del director de la Fundación Ideas, Francisco Estévez -gestor del acuerdo reparatorio que permitió su liberación-, abordaron el vuelo Lan Perú con dirección a Lima.
Allí, pasada la medianoche tomaron otro avión de la misma línea aérea que los dejó pasadas las 9:00 horas en el aeropuerto de Santiago.
Su salida del vecino país se produjo gracias a que ayer la titular del Segundo Juzgado en lo Penal, Rosario Oviedo, levantó la orden de arraigo que pesaba en contra de ambos.
Además, la ONG Fundación Ideas ayudó a financiar el acuerdo de reparación civil fijado en US$100 mil y al que se llegó el 26 de mayo pasado, permitiendo el sobreseimiento definitivo del proceso.
Antes de salir de Cusco, los jóvenes debieron firmar un documento en el que consentían que el caso se reabriría si la Fundación Ideas no paga la primera cuota de US$40 mil.
Ahora ambos se dirigirán al centro de Extensión de la Universidad Católica, donde ofrecerán una conferencia de prensa más detallada respecto a su experiencia en Perú.
