La madre recibió la asistencia de los efectivos chilenos. |
PIGNON, Haití.- Tiene pocos días de vida y se llama Luisa, un nombre poco común en estas latitudes. Pesó 2 kilos con 180 gramos, midió 48 centímetros y nació en Pignon, una pequeña localidad de seis mil habitantes del Departamento Norte de Haití, que corresponde al área de responsabilidad del Batallón Chile, en el marco de la misión de paz de Naciones Unidas en esa nación del caribe.
Todo se inició cuando los familiares de Therefe Forisma, la madre de la pequeña, acudieron corriendo al destacamento chileno en Pignon a pedir ayuda para trasladar a la embarazada hasta un centro asistencial.
Sin embargo, a la llegada de la patrulla la mujer presentaba un avanzado trabajo de parto. El enfermero de los efectivos, Suboficial Luis Romero, debió asistirla de inmediato y efectuar los procedimientos sanitarios de rigor para el parto y el posterior alumbramiento.
"Nunca había hecho algo así. Por supuesto que sabía cómo hacerlo, pero aplicar los conocimientos y tener la responsabilidad es diferente. Ahora me siento orgulloso y contento porque todo salió bien. La gente confía en nosotros, sino, no nos habrían llamado", señala el Suboficial.
Explica que la barrera del idioma fue superada gracias a que cada patrulla cuenta con el apoyo de un traductor.
Control de salud
Antes de ser relevada de su puesto, la patrulla chilena concurrió otras dos veces hasta la precaria vivienda para controlar el estado de salud de la madre y la hija, corroborando que gracias a las atenciones y cuidados ambas gozaban de buena condición.
En sus visitas llevaron leche, agua, alimentos y otros elementos de primera necesidad. Como una forma de gratitud hacia los chilenos -y en particular del suboficial enfermero-, Therefe Forisma, de 39 años, bautizó a su pequeña con el nombre de Luisa, versión femenina del nombre de quien la atendió.
Pignon está ubicada a 60 kilómetros al sur de Cap Haitien, la capital del Departamento Norte, donde se encuentra el Batallón Chile.
Pero en Haití las distancias se miden en horas, debido al pésimo estado de los caminos, de manera que es más preciso decir que el pueblo se encuentra a cuatro horas en camión desde Cap Haitien.
Los soldados y marinos chilenos que componen la fuerza del Batallón patrullan día y noche las calles de las ciudades y los caminos rurales de su jurisdicción, para brindar seguridad a la ciudadanía y generar la confianza necesaria para las elecciones de los próximos meses, donde los haitianos elegirán a sus nuevas autoridades y normalizarán la situación jurídico política del país.
Mientras tanto, la pequeña Luisa duerme plácidamente.
