EMOLTV

Experta revela verdadero contenido del tesoro de Juan Fernández

La historiadora Maura Brescia descarta que en él se encuentren los anillos papales, un tesoro inca y afirma que, según antecedentes históricos, sólo se realizó un entierro de oro y joyas en Robinson Crusoe.

28 de Septiembre de 2005 | 08:42 | Francisco Álvarez, El Mercurio en Internet

Maura Brescia, historiadora especialista en la Isla Robinson Crusoe y sus tesoros.
SANTIAGO.- Mientras en todo el mundo el millonario tesoro que se ocultaría en las tierras del archipiélago de Juan Fernández ha cautivado la atención de diversos medios de comunicación, en Chile todos comienzan a cuestionarse si realmente existe tan deseado botín.

Una de las voces más autorizadas para hablar del tema conversó con Emol, y desmitificó algunas informaciones que han circulado sobre el tesoro, avaluado en 10 mil millones de dólares y escondido por piratas en la Isla Robinson Crusoe a principios del siglo XVIII.

Maura Brescia, historiadora que vivió durante doce años en la isla y que ha escrito dos libros relativos a estas tierras, asegura que el tesoro no pesaría 800 toneladas, descarta que los anillos papales así como un tesoro inca formen parte de él y de paso, sostiene que según antecedentes históricos, sólo se produjo un entierro de riquezas piratas en Robinson Crusoe.

Las primeras dudas

La "fiebre del oro" se desató luego de que la empresa Wagner asegurara haber encontrado en la isla Robinson Crusoe, no uno sino tres tesoros, uno de 800 toneladas y dos de entre 30 y 50 toneladas cada uno, avaluados en US$ 10 mil millones, casi el 25% de la Deuda Externa de Chile.

Hasta ahora sólo han indicado que uno de ellos se ubicaría en el sector de Tres Puntas, al noroeste de la isla y a unos 400 metros de la costa.

Sin embargo, Brescia, que aún mantiene una casa en Robinson Crusoe y se está construyendo otra, asegura que incluso ahora el sector de Tres Puntas es prácticamente inaccesible.

"Conociendo el terreno", dice, "éste sólo podría haber sido abordado por la bahía Carvajal", que está detrás de las bahías más comunes de la isla (Inglesa y Cumberland) y que además "es de muy difícil acceso y bastante inhóspita", agrega.

Arturito la estrella

No hay dudas que quien se ha hecho más famoso que el tesoro y que la isla del Archipiélago de Juan Fernández es "Arturito", el robot "made in Chile" que en teoría, habría encontrado el tesoro. Así lo demuestran varias decenas de blogs que lo citan en todo el mundo.

Pero esta no sería su primera hazaña. A ella se le suman el éxito en el hallazgo de un arsenal de armas escondido bajo tierra en Colonia Dignidad y en la búsqueda del cuerpo del empresario Francisco Yuraszeck.

Consultado por qué se sabe que se trata de un tesoro y no de otros elementos metálicos, el abogado Rodrigo Irarrázabal, del estudio que asesora a la empresa chilena Wagner, dijo que "los perfiles de la máquina determinaron la composición atómica de cada uno de los elementos", los que serían joyas y monedas de oro.
Incluso argumenta que las condiciones climáticas impedirían que cualquier embarcación de la época pudiera llegar, ya que el viento es muy fuerte y cambiante.

Pero no sólo cuestiona las factibilidades topográficas, sino también la forma en que se hicieron públicos los supuestos descubrimientos.

"No es habitual entre los caza tesoros lo que hizo el grupo Wagner, que anunció su hallazgo a los cuatro vientos... estas son cosas sigilosas. La gente se cuida hasta de los guardacostas cuando están buscando", reflexiona.

"Es muy raro que digan aquí hay algo y luego vayan a pedir permiso para extraerlo, eso no lo hace ningún profesional".

Ni anillos papales ni tesoros incas

"Lo de las 800 toneladas es imposible". Y agrega "lo que se habla es de ochocientos barriles de oro, plata y joyas" que es el buscado por Bernard Keiser bajo el nombre del tesoro de Ubilla y Echeverría, aunque precisa que sí tendrían un valor de 10 mil millones de dólares.

De paso desmitifica que estén los anillos papales, el tesoro azteca y las joyas del inca Atahualpa. "Son todas mentiras", dice segura.

"Lo que sí se está buscando, desde hace mucho tiempo, tanto en la isla como en la bahía de Guayacán (en La Serena), es la famosa Rosa, que algunos dicen que es la de los vientos, que es de esmeraldas, y otros dicen que es la Rosa de Francia".

Los dos tesoros documentados

La historiadora, que tiene dos libros que tratan del tema, "Mares de Leyenda" (1982) y Selkirk Robinson: El Mito (2004), dice que sólo hay un entierro de riquezas documentado y una repartición de bienes. Nadas más.

"En septiembre de 1742, George Anson (después llamado Lord Anson) capturó un barco español llamado "Nuestra Señora de Montecarmelo", logrando apoderarse de cofres de oro, joyas y plata", sin que se señale la cantidad, dice.

No obstante, "sí hay antecedentes concretos de que estos tesoros fueron escondidos en la Isla Robinson Crusoe", ya que en la bitácora y en la documentación de ese viaje, escrita por el cronista Richard Walter, se sostiene que se enterraron cofres de oro, plata y joyas.


El libro de Brescia "Selkirk Robinson: El Mito" aborda el tema de los tesoros de la isla en uno de sus capítulos.
Según relata Brescia, los ocultaron porque pensaban regresar, pero cuando llegaron a Inglaterra en 1744, por diversas razones decidieron no hacerlo.

Pero mucho antes de que se ocultara este botín, en 1686, un grupo de piratas, que venía del Caribe -específicamente de la isla La Tortuga- comandados por Edward Davis, llegan a las costas de Robinson Crusoe y se reparten el numeroso botín que traían tras un largo viaje.

Según los antecedentes que maneja la experta, más de 640 tripulantes habrían participado en esta repartición, por lo que se estima que llegaron con grandes cantidades de oro y joyas.

Y agrega que la división de las riquezas fue en grande, que hasta al último marinero le correspondió una parte bastante cuantiosa, que sumó más de 5 mil pesos castellanos de la época.

Esta repartición también es importante a la hora de hablar de posibles tesoros, ya que muchos de los tripulantes escondieron sus pertenencias en la isla, porque volvieron a ella en innumerables ocasiones. "Para ellos era como un paradero de micro", afirma Brescia, aunque destaca que no se tiene certeza de cuántos lo enterraron ni qué cantidades fueron.

Respecto a la búsqueda que realiza Bernard Keiser desde 1998, la historiadora sostiene que él no busca ninguno de los dos tesoros antes documentados, sino un tercero, que correspondería al de un galeón de Manila, que incluso es posible que ni siquiera esté enterrado.

Brescia sostiene esta teoría argumentando que no hay un texto concreto donde se indique que el marino de la corona española, Juan Esteban Ubilla y Echeverría enterró sus tesoros en la isla. "Sólo en el archivos de Indias se dice que viajó con ellos hasta Robinson Crusoe" pero el destino final no es claro, argumenta.


El archipiélago de Juan Fernández visto desde el espacio.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?