SANTIAGO.- La Corte Marcial anuló esta tarde, en forma unánime, el proceso y las condenas en el caso por tráfico de armas a Croacia, ocurrido en 1991.
El tribunal designó además al ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Alejandro Solís, para que investigue nuevamente el contrabando registrado en noviembre de 1991 y por el cual la justicia militar sólo condenó a subalternos y no a los altos mandos de la época.
Así toda la investigación efectuada por la justicia militar fue desechada.
El caso estalló en diciembre de 1991, cuando el cargamento, caratulado como ayuda humanitaria del Hospital Militar chileno, fue descubierto en Budapest (Hungría). Este sería trasladado por tierra a Croacia, en circunstancias que Naciones Unidas había dictado una prohibición internacional de ventas de implementos bélicos a estas naciones debido a la guerra.
Según el ministro Solís, que presidió el tribunal de alzada castrense, la decisión se tomó tras constatar varios errores y omisiones en las indagatorias que terminaron con las sentencias de primera instancia.
Añadió que los antecedentes omitidos apuntan a responsabilidades de los altos mandos, entre los que figura el general Guillermo Letelier Skinner, ex director de la Fábrica y Maestranzas del Ejército (Famae), y el ex director de Logística del Ejército, general (r) Carlos Krumm Rojas.
Alegatos clave
En los alegatos efectuados por este caso durante la semana pasada fue clave la extensa y detallada exposición que realizó el relator del proceso, Ricardo Coronado, quien entregó antecedentes de las numerosas contradicciones que existen y que no fueron indagadas en profundidad.
En la ocasión Coronado explicó que la operación fue comisionada a Famae por el Ejército. "El negocio se haría con armas en vías de obsolencia del Ejército y Famae se hará responsable de la reposición del material con la fabricación de nuevo armamento", dijo.
"Había un convenio entre la Dirección de Logística y Famae. En que la operación se realizaba con material obsoleto y que se reponía con material nuevo o el dinero era depositado en la cuenta del Ejército", agregó.
El relator además enfatizó que el envío de las 11 toneladas de pertrechos militares descubiertas en el aeropuerto de Budapest eran sólo un primer cargamento de una operación mayor y que no está claro cuál es el monto efectivo del negocio.
