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Delincuencia y desigualdad coparon el debate de los candidatos

Esgrimiendo sus mejores argumentos, Joaquín Lavín, Sebastián Piñera, Michelle Bachelet y Tomás Hirsh abrieron los fuegos para llegar a La moneda en diciembre.

19 de Octubre de 2005 | 23:01 | El Mercurio en Internet
Todo sobre el debate


SANTIAGO.- Algunos lucían más nerviosos que otros, pero todos los candidatos se esforzaron esta noche por mostrar su mejor cara en el primer debate televisado que los confrontó, en el que la delincuencia y la lucha contra la desigualdad ocuparon lugares protagónicos.

Esgrimiendo sus mejores argumentos, Joaquín Lavín, Sebastián Piñera, Michelle Bachelet y Tomás Hirsch abrieron los fuegos para desplegar una batería de argumentos en la carrera por conseguir el mayor número de votos que les permita llegar a La Moneda en diciembre.

El tema inicial planteado por la periodista Glenda Umaña, de la cadena estadounidense CNN, fue el de la delincuencia, consultando por las causas que ven y las propuestas que plantean cada uno de los presidenciables.

El primero en responder, según un sorteo previo, fue el candidato del pacto Juntos Podemos Más, Tomás Hirsh, quien agradeció que se le preguntara por las causas del problema. Y de inmediato planteó la necesidad de mayor equidad social como una forma de combatir al flagelo desde sus orígenes.

A continuación, Michelle Bachelet dijo que la delincuencia tiene que ver con la falta de oportunidades y recordó sus propuestas de tener mano firme y aplicar "la primera es la vencida", en alusión a evitar que los delincuentes salgan libres poco después de cometer crímenes, como sucede actualmente.

"Mano dura" y "Mano acogedora"

De inmediato tomó la palabra Sebastián Piñera, quien dijo que la delincuencia es un problema real y que el país está perdiendo la batalla "por paliza".

A juicio del candidato de Renovación Nacional (RN), es necesario una "mano dura" para atacar a los delincuentes, pero también una "mano acogedora" para tratar los orígenes del problema.

Frente a la problemática por la falta de cárceles, dijo que la solución está en construir 10 nuevas cárceles a un costo de 280 millones de dólares.

Luego tomó la palabra Joaquín Lavín, quien parecía ansioso de referirse a un tema que ha sido el eje central de su campaña en las últimas semanas.

Lavín exhibió el carné de la víctima reciente de un asalto, que salvó milagrosamente con vida luego de que su cédula de identidad y una serie de tarjetas de plástico evitaron que una bala le atravesara el corazón tras resistirse a un asalto.

El candidato de la Unión Demócrata Independiente (UDI) criticó duramente al gobierno del Presidente Ricardo Lagos por, según dijo, no tener mano firme para combatir el problema.

Al mismo tiempo, acusó un intento oficialista por ridiculizar sus ideas, al referirse a las críticas que han recibido algunas de sus propuestas en los últimas días, como la "cárcel isla".

El formato presentado en el debate "Foro Presidencial Chile 2005" dio escaso espacio a la confrontación de ideas entre los candidatos -aunque igual hubo intercambio en algunos pasajes del foro- y más bien pareció una entrevista contra el tiempo.

Así, los aspirantes trataron de comunicar, a gran velocidad, algunas de sus principales propuestas, lo que atentó contra una mínima profundización, a pesar de que se les contrapreguntó.


La lucha contra la desigualdad

La desigualdad en el país y la brecha social existente entre los sectores más acaudalados y los más desposeídos ocupó gran parte de las preguntas planteadas por las presentadoras Glenda Umaña y Constanza Santa María.

Tomás Hirsch no escatimó en críticas para cuestionar a los dos candidatos de la Alianza por, según dijo, haber contribuido a instaurar un modelo que él considera injusto y que, en su opinión, es el motor de las profundas diferencias sociales en el país.

Sin embargo, cuando se le preguntó por algún país al que se pudiera imitar para aplicar el modelo que él propugna, y que hubiera tenido éxito, declinó responder, y en cambio dijo que había que mirar el programa de gobierno que propone su opción presidencial.

Bachelet propuso crear empleo y combatir no sólo la desigualdad social, sino también la desigualdad entre Santiago y las regiones, y también entre el hombre y la mujer.

Dijo que la primera medida que aplicaría si llega al poder sería una reforma previsional que tendría un costo de US $ 180 millones.

Lavín, en cambio, postuló crear 600 mil nuevos empleos a un costo de US $ 30 millones de dólares.

Más lejos fue Sebastián Piñera con su iniciativa de crear un millón de empleos. Dentro de sus planes, si llega al poder, destacó la promesa de acabar la pobreza en cuatro años, a un costo de US $ 1.000 millones.

Intercambio de acusaciones

Si bien no hubo mucho tiempo para el verdadero debate entre los candidatos, durante algunos pasajes hubo intercambio de acusaciones, principalmente entre Joaquín Lavín y Michelle Bachelet.

Cuando las entrevistadoras preguntaron a los candidatos por la acumulación de poder de las empresas, Michelle Bachelet criticó a Joaquín Lavín y una respuesta previa del candidato de la UDI: "Me llama la atención el comentario de Lavín porque cuando uno va a ver quiénes son los que han hecho las comisiones específicas son los gerentes de las isapres y los gerentes de las AFP quienes han hecho su programa".

El candidato de la UDI no pudo responder de inmediato porque el formato no se lo permitió, pero cuando tuvo la palabra dijo que no iba a dejar pasar la acusación de Bachelet, ya que él está en la carrera presidencial no para defender a los empresarios, sino a los más pobres del país.

"Tú dijiste, Michelle, que mi programa lo hacían los grandes empresarios, pero los grandes empresarios están felices con Lagos, yo estoy hablando por los más pobres, por la clase media, digamos las cosas como son", replicó el candidato de la UDI.

Reforma al sistema previsional
El sistema de pensiones fue otro de los aspectos relevantes del debate de esta noche y, cual más cual menos, los candidatos coincidieron en la necesidad de implementar reformas.

Michelle Bachelet dijo que el sistema de pensiones "está en crisis". Y adelantó que el año 2030, si no se reforma, "de cada dos chilenos uno no tendrá derecho a pensión"

"Este sistema fue planteado bajo supuestos que no se han cumplido, la gente no está cotizando o si cotiza tiene sueldos tan bajos que no logra juntar los fondos suficientes para tener ni siquiera la pensión mínima", dijo.

Sebastián Piñera dijo que es "fundamental bajar el costo de las AFP". Según su análisis, hoy día por cada peso que un trabajador logra poner en su cuenta corriente de ahorro para su pensión, paga veinte centavos en comisiones.

"Falta competencia, está demasiado concentrada la industria. Necesitamos, además, abrir las oportunidades de inversión de las AFP para mejorar la rentabilidad", sostuvo.

Tomás Hirsh, por su parte, denunció que "las AFP están mal para los que trabajan y cotizan. (Pero) Los dueños de las AFP sólo el año pasado ganaron, adivinen cuánto, 112 mil millones de pesos".

Joaquín Lavín dijo que hay que darle pensión asistencial "a todos los que la requieren, a las dueñas de casa (...) La dueña de casa sí puede tener una jubilación. Sí, hoy día la gran discriminación es para las mujeres, falta trabajo para la mujer. Ésa es la clave".

Propuso que puedan tener una jubilación, con ayuda del Estado y con ayuda de la propia negociación colectiva.