VILLA ALEMANA.- El conductor Fredy Omar Gajardo Véliz (61), domiciliado en esta ciudad, se convirtió en la primera víctima fatal a causa de apedreamientos en la carretera.
La noche del 6 de septiembre último, Gajardo Véliz recibió el impacto de una piedra de aproximadamente un kilo y medio de peso, mientras conducía un camión Hyundai por la Ruta 5 Sur, a la altura del kilómetro 653, frente a Lautaro, en la IX Región.
La piedra quebró el parabrisas y le dio de lleno en la cabeza, provocándole un traumatismo encéfalo craneano abierto, con pérdida de masa encefálica. Todavía se desconoce al responsable del atentado.
En la ocasión, Alexis Rojas Peña, sobrino de Gajardo que hacía diez minutos le había entregado el volante, logró controlar la máquina y detenerla a un costado de la ruta para pedir apoyo.
El infortunado transportista fue internado grave en el Hospital Regional de Temuco y posteriormente trasladado hasta la Unidad de Traumatología del Hospital Carlos Van Buren, de Valparaíso. Cuando experimentaba una franca mejoría y comenzaba a recuperar la memoria —que perdió con el impacto— fue dado de alta hace dos semanas.
Fredy Gajardo hizo saber a sus hijos menores Fredy (21) y Nicole (15), que poco a poco comenzaba a recordar su vida y que lograría recuperarse totalmente. Sin embargo, el martes último, poco antes de las 19.00 horas, comenzó a sentir ahogos.
Intentaron trasladarlo hasta el hospital, pero falleció antes de recibir atención.
El protocolo de autopsia entregado a la familia señala que murió por "trombolismo pulmonar" (obstrucción a las vías sanguíneas de los pulmones), asociado al fuerte golpe que recibió en la cabeza.
Sus restos fueron velados en el templo de la Iglesia Evangélica Asamblea de Dios y sepultados ayer en el Cementerio Nueva Jerusalén de Quilpué.
Sus hijos señalaron ayer que agotarán las instancias legales para determinar responsabilidades; y si las hay, deducirán una demanda civil.
Hasta ayer el fiscal adjunto de Lautaro, Marcos Muñoz, que investiga el caso, no había logrado establecer aún las exactas circunstancias y el origen de la piedra que golpeó al infortunado conductor.
Una posibilidad es que haya sido lanzada por desconocidos, pero hasta ahora no existen indicios de la participación de terceros, y la otra es que se trate de un accidente poco común pero que ha ocurrido en las carreteras por piedras arrojadas por otros vehículos en movimiento.
Peritajes de la piedra muestran que en ella había restos de caucho, por lo que se presume que podría haber estado atrapada entre las llantas de algún vehículo y que salió disparada por la fricción de los neumáticos.
El gerente de operaciones de la Concesionaria Ruta Araucanía, Ricardo González, lamentó el deceso del camionero de Quilpué, pero dijo que esa empresa no tiene responsabilidad en los hechos.
A su vez, el presidente de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública, Claudio Hohmann, aclaró que "los actos de violencia delictual no son de su responsabilidad y que escapan a las medidas de seguridad que las autopistas están obligadas a mantener de acuerdo a lo establecido en los contratos".