CIUDAD DEL VATICANO.-El papa Benedicto XVI presidió su primera ceremonia de canonización el domingo, al elevar a la santidad a cinco personas, entre ellas un jesuíta chileno, en una misa realizada en la Plaza de San Pedro, con la cual se clausuró un encuentro de obispos mundiales.
Ademas del religioso sudamericano, que trabajó con los pobres, dos prelados beatificados en el 2001 por el papa Juan Pablo II durante su visita a Ucrania y dos italianos, uno de ellos un capuchino y el otro fundador de una orden religiosa, fueron agregados a la lista de santos católicos.
"Hoy tengo la dicha de presidir por primera vez una ceremonia de canonización", dijo Benedicto ante las miles de personas reunidas en la plaza cubierta de niebla, muchas de ellas ondeando banderas chilenas.
Desde su elección el 19 de abril, Benedicto solamente ha abierrrrrrrrrrrrto una causa de canonización, precisamente la de su predecesor Juan Pablo II. Los casos de los cinco hombres elevados a la santidad el domingo fueron iniciados desde mucho antes de su papado.
Entre los cinco se encuentra el reverendo Alberto Hurtado Cruchaga, jesuíta chileno que vivió de 1901 a 1952, y es conocido por sus labores a favor de los pobres y los jóvenes.
Los otros son el arzobispo ucraniano Josef Bilczewski y su conacional, el reverendo Zygmunt Gorazdowski, así como los italianos Felice da Nicosia, laico capuchino que vivió en el siglo XVIII y el reverendo Gaetano Cantanoso, fundador de las Hermanas Verónicas del Sagrado Rostro, en 1934.