Reviva minuto a minuto la ceremonia
Una plaza de San Pedro cubierta de rojo recibió al nuevo Santo chileno. |
ROMA.- Tras una emotiva ceremonia que duró poco más de dos horas, el Papa Benedicto XVI nombró oficialmente santo a Alberto Hurtado Cruchaga, en una misa realizada en la plaza de San Pedro que fue seguida por más de siete mil chilenos.
La presencia de compatriotas se hizo notar en todo momento, con cientos de banderas tricolores a lo largo y ancho de toda la plaza, además de sus cánticos y gritos de alegría cada vez que el Papa mencionaba el nombre del segundo Santo chileno.
Además, el Sumo Pontífice canonizó a otros cuatro beatos, el arzobispo de Ucrania, Josef Bilczewski (1860-1923), el sacerdote de la misma nacionalidad, Zygmunt Gorazdowski (1845-1920), y los italianos Gaetano Catanoso (1879-1963) y Felice da Nicosia (1715-1785).
En Chile, más de 22 mil personas se congregaron a las afueras del santuario del fundador del Hogar de Cristo en Estación Central durante la vigilia que esperó la ceremonia desde Europa.
El religioso, que falleció en 1952, fue elevado a los altares de la Iglesia a las 05:03 horas en Chile, momento en que se escuchó un gran aplauso de todos los fieles que a esa hora se congregaban en Roma.
La Santa Misa, que presidió Benedicto XVI, además clausuró el Sínodo de Obispos y el Año de la Eucaristía.
Histórica jornada
La misa empezó poco antes de las 04:30 horas de Chile y minutos después el prefecto para la Causa de los Santos, cardenal José Saraiva Martins, solicitó a Benedicto XVI iniciar el proceso de canonización.
En la fachada principal de la Basílica de San Pedro exhibía, en una soleada mañana otoñal, los gigantescos retratos de los nuevos santos.
El presidente Ricardo Lagos, al frente de una delegación oficial de la que formaban parte el ministro de Exteriores, Ignacio Walker, y los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado de su país asistieron a la santificación.
Los miembros de esa delegación oficial acudieron anoche a la iglesia de San Ignacio, en el centro de Roma, para participar en una vigilia de preparación a la canonización del religioso, segundo santo chileno, pues ya se veneraba a Santa Teresa de Los Andes.
Durante la ceremonia de hoy, el Papa se refirió a algunos temas tratados durante el Sínodo de Obispos, que clausuró esta mañana, y calificó el celibato de los sacerdotes como un "don precioso" y una "señal del amor indivisible de Dios hacia el prójimo".
Benedicto XVI pidió a los sacerdotes que sean "fieles" y subrayó la intangibilidad del celibato.
