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Sag combate enfermedad que efecta a abejas

Foco de "Loque Americano" fue detectado en la comuna de Molina, provincia de Curicó.

28 de Octubre de 2005 | 19:10 | Orbe
SANTIAGO.- El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) en acciones de vigilancia epidemiológica, detectó un foco de la enfermedad que afecta a las abejas, conocida como "Loque Americano", en la comuna de Molina, provincia de Curicó, Séptima Región y una sospecha de su presencia en Putaendo, Quinta Región.

De inmediato se iniciaron las acciones tendientes a dimensionar con exactitud el alcance del problema para evitar que se expanda a otros apiarios y lograr controlar la enfermedad.

El Loque americano, sólo afecta a las abejas y no se trasmite por ninguna vía al ser humano, por lo que la población puede consumir miel con absoluta tranquilidad.

Según informó el director nacional (s) del SAG, Pablo Willson Avaria, "el caso de la Séptima Región fue confirmado por la observación de signos clínicos típicos y pruebas de laboratorio que verificaron la presencia de Paenibacillus larvae larvae en muestras de colmenas infectadas, mientras que la sospecha de la Quinta región aún no tiene la confirmación del laboratorio".

"Una vez conocida las denuncias, se aplicaron los procedimientos de atención de denuncia, de diagnóstico clínico y de laboratorio, y se inició una investigación epidemiológica del evento", destacó Willson.

Asimismo el SAG dispuso una cuarentena en los apiarios sospechosos. con prohibición de movimiento de colmenas para evitar que se propague la plaga, delimitó la zona focal y perifocal de la detección del Loque Americano, inició la inspección de apiarios considerados de contacto. Los funcionarios del SAG están elaborando el catastro y georeferencia de apiarios ubicados en el foco y perifoco, además de la toma de muestras en apiarios en la zona perifocal, y realizan la investigación del origen del foco y su eventual relación con otras regiones.

Asimismo, profesionales de la División de Protección Pecuaria se reunieron con representantes del sector privado donde informaron sobre las acciones que esta tomando el SAG para controlar la enfermedad. En la oportunidad, se formó un grupo de trabajo público - privado para enfrentar la emergencia.

Por último, Pablo Willson recalcó que la inspección de los apiarios por los propios apicultores es fundamental para detectar en forma temprana la enfermedad y poder tomar medidas de control y eliminación de ésta. Asimismo, enfatizó que el uso de antibióticos en la colmena no es una buena opción ya que se debe considerar que Chile es un país exportador y los antibióticos dejan residuos en la miel que pueden afectar el proceso comercial.

Alertan sobre daños

El apicultor y académico Washington Aris consideró que el loque americano es a las abejas como la gripe aviar a los pollos. Dijo que "hay que quemar y sepultar absolutamente todo, incluyendo cajones, alzas, marcos, etc. y descartar hasta la maquinaria en contacto con el mal".

Sostuvo que para las familias campesinas de pequeños apicultores este es un golpe irreversible si es que el mal se expande.

Aris anunció que hoy viernes llegaba al país el experto Pablo Maessen, profesor de sanidad apícola de la Escuela Nacional de Apicultura de Buernos Aires, quien dictará una serie de conferencias acerca del flagelo y como contrarrestarlo.

También abordará el tema de la varroa y nosemosis que puede afectar a los apiarios.

Aris dijo quen la presencia de varroa en una colmena provoca disminuciones significativas en la productividad de la misma, ya que el ácaro Jakobsoni daña a la población melífera en diferentes niveles de evolución. Por lo tanto, el control de este aspecto sanitario es clave a la hora de procurar la rentabilidad en un apiario.

Explicó que entre los efectos de la varroa se cuentan muerte de huevos y larvas de abejas, debilidad de las nodrizas, la que acentúa la reducción de la cría, bajo volumen de pecoreo por la infestación de las obreras, y la alteración del ánimo en la cámara de cría, hasta causar la desesperación de la reina y consiguiente enjambrazón, aún con suficiente espacio para postura.

El impacto del ácaro es comparable al de la aftosa en el ganado vacuno y su tratamiento también debe ser semejante, ya que se necesita que los apicultores -- tanto hobbistas como comerciales -- asuman de manera zonal y con tecnologías de punta el manejo de este mal, dijo Aris.

Pablo Maessen, reconocido perito apicultor argentino, especializado en sanidad apícola y profesor de la escuela nacional apícola "ingeniero Arnaldo Luscher" de la Sociedad Argentina de Apicultores (SADA), ubicada en la provincia de Buenos Aires, señala que "la presunción de que en el apiario hay un bajo nivel de parasitismo debe fundamentarse con diagnósticos correctos, teniendo en cuenta el lugar donde se encuentran presente la varroa".

Maessen expondrá los días sábado 29 y domingo 30 de octubre, en el Club de Leones de San Bernardo.
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