SANTIAGO.- El general de brigada Rodolfo González calificó como un deber ético basado en su honor militar su renuncia voluntaria a la III División del Ejército, de la que dependían las víctimas de Antuco, a pesar que las investigaciones determinaron que no tuvo culpa alguna en la muerte de los 44 soldados y un oficial.
El jefe militar señaló que el honor y el deber militar son principios que no se transan y por eso insistió en dejar su cargo, petición que fue aceptada por la Comandancia en Jefe del Ejército.
Sin embargo, explicó que el proceso administrativo y judicial lo deslindan de cualquier responsabilidad e él y a su estado mayor.
"Recientemente he tomado conocimiento de que se han cerrado las etapas de investigación del sumario administrativo y en el proceso judicial, donde ha quedado acreditado que no me asiste responsabilidad alguna de carácter administrativo ni judicial en tan lamentable judicial", sostuvo.
Además, afirmó que los uniformados responsables de la tragedia deben asumir su falta con honor y por el "deber militar".
