En esta casa vivía el millonario. |
IQUIQUE.- La Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones en conjunto con la fiscalía local encontraron hoy muerto al millonario del norte, Jorge Basilio Cappona, quien se encontraba desaparecido.
El cuerpo de Jorge Cappona estaba enterrado en pleno desierto de Atacama, cerca del antiguo campamento salitrero Marisol.
Peritos del Servicio Médico Legal se encuentran en el lugar realizando las labores de rigor para establecer fehacientemente la identidad del cadáver.
Al parecer se trata de un caso de homicidio con el fin de apoderarse de la fortuna de Coppona.
Tesis del crimen
En una antigua casa de madera, llena de polvo y con cortinas clavadas al marco, vivía Cappona, uno de los hombres más ricos de esta ciudad.
A sus 70 años
era propietario de más de 60 viviendas y de extensos terrenos contiguos a yacimientos mineros de oro y cobre, fortuna que ascendería a unos 4 mil millones de pesos.
Su paradero era un misterio desde el 9 de agosto y tanto la policía de Investigaciones como el Ministerio Público están tras los pasos de los posibles autores materiales e intelectuales de su desaparición.
Cappona siempre fue un misterio. Sus vecinos, que piden reserva de sus identidades para no sufrir con los trámites de las declaraciones policiales, coinciden en que era un hombre tranquilo y de pocas palabras.
En el barrio llevaba más de 30 años y siempre vestía pantalón negro y camisa blanca. No hablaba mucho, aunque saludaba y sólo en una oportunidad relató como anécdota que tenía propiedades cerca de Pica y Pozo Almonte.
Sus vecinos se enteraron que había desaparecido a fines de agosto, cuando otro antiguo residente relató que detectives lo andaban buscando por una presunta desgracia.
La casa donde vivía se ubica en calle 18 de Septiembre 877. El inmueble es de madera y su fachada alguna vez fue de color verde. Todas las puertas de acceso están selladas.
Sus vecinos coinciden en que nunca lo vieron con hijos o esposa, pero sí en que era frecuentado por personas en modernos autos. Todos los que llegaban permanecían poco tiempo y salían, razón que motivó circular el rumor de su actuación como prestamista.
Incidentes que llamaron la atención
En el último año hubo dos incidentes que llamaron la atención. El primero fue con la alarma que dio debido a que en el techo de una casa decía que estaban ocultos dos delincuentes, a los cuales nunca encontraron. Y el segundo es que al caminar debió pedir ayuda porque no podía ver.
Cappona es de contextura gruesa, mide cerca de 1,60 metros y sus ojos son almendrados de color café oscuro, acompañados de grandes cejas y una nariz prominente. La última vestimenta que llevaba el desaparecido era pantalón color negro, camisa blanca con rayas azules y zapatos negros.
La última vez que se le vio se dirigía al centro de la ciudad, donde debía cobrar un dinero por el traspaso que hizo de unos terrenos. De ahí su paradero era un misterio.
Y éste creció aún más, dado que casi por arte de magia gran parte de sus propiedades han comenzado a pasar a otros dueños y a precios que no se ajustarían a mercado, por lo cual se sigue la pista a connotados empresarios de la zona norte del país.
El vicecónsul de Italia, Enrique Lombardi, se manifestó extrañado por el caso y dijo no conocer a esa persona como integrante de la colectividad italiana residente.
