VALDIVIA.- En forma unánime, la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Valdivia confirmó la condena de 8 años y un día dictada contra el autor del homicidio de la estudiante universitaria Cynthia Cortez Pérez.
El tribunal de alzada consideró que no hubo premeditación en el crimen de la joven valdiviana.
Luis Carlos Alberto Núñez Alvear (23), fue condenado, el pasado 14 de julio, como autor del delito de homicidio simple, por la jueza del Segundo Juzgado del Crimen, Macarena Rebolledo.
Al conocer el fallo, el abogado Alfonso de Urresti dijo estar conforme con la resolución puesto que a su juicio se ha hecho justicia, pese a que había apelado para que se cambiara el delito de homicidio simple a calificado.
"Nosotros habíamos solicitado, mediante un recurso de apelación, que se calificara el delito, no se ha hecho, pero de todas maneras estamos conformes porque creemos que esto ratifica lo obrado por el tribunal de primera instancia, se establece fehacientemente la responsabilidad y la culpabilidad que le cabe a Núñez Alvear y ahora estudiaremos los antecedentes si podemos recurrir de casación para pedir la calificación del delito. Pero, como señalo, estamos tranquilos porque creo que se ha hecho justicia", declaró el profesional.
En tanto la madre de Cynthia Cortez, Olivia Pérez, aseguró estar satisfecha con el dictamen ya que el asesino de su hija pagará por su delito en la cárcel.
"Ahora solamente falta, como decía el abogado, que se califique el delito, pero, sí estoy conforme, porque se ratificó la condena y eso quiere decir que no hay nada más que decir, o sea solamente se puede esperar que él entre a la cárcel y pague por su delito", declaró la mujer a radio Bío Bío.
La sentencia condenatoria se fundamentó principalmente en la confesión que el propio Núñez Alvear realizó el 22 de enero de 2004, en la que declaró ser el único autor del asesinato de su compañera en la carrera de Arquitectura en el interior del campus isla Teja de la Universidad Austral de Chile (UACh).
En esa confesión, que luego desmintió en dos oportunidades al señalar que fue presionado por funcionarios de Carabineros para inculparse del asesinato, Núñez indicó que le propinó un fuerte puñetazo en la cara a Cynthia Cortez, luego la zamarreó con fuerza y, sin saber si estaba con vida, la arrastró unos 25 metros con una bufanda para luego arrojarla entre unos matorrales en la ribera del río Calle Calle. Eso ocurrió la madrugada del 1 de noviembre de 2003, luego de una fiesta de Halloween realizada en el casino principal del campus Isla Teja.