SANTIAGO.- Hijos de inmigrantes peruanos disfrutaron hoy de una fiesta de Navidad en la Plaza de Armas de Santiago, ofrecida por la Cruz Roja y la Red de Organizaciones por los Migrantes de Chile.
Bajo el lema "Todos somos extranjeros en algún lugar del mundo", los niños y sus padres, en su mayoría peruanos, fueron agasajados con regalos, golosinas y espectáculos de danzas y juegos tradicionales.
"Nadie se acuerda de estos niños. Dentro de nuestros principios está el humanismo y trabajamos sin discriminar para prestar una ayuda", dijo a los periodistas Carmen Bustos, presidenta de la Cruz Roja chilena.
"El asunto es recordar a los niños inmigrantes y que ellos tengan la felicidad de recibir un regalo también", agregó.
La actividad contó con la colaboración de distintas instituciones gubernamentales y no gubernamentales, organizaciones religiosas y empresas.
Durante la fiesta, los organizadores dieron a conocer los problemas que afectan a los niños inmigrantes en Chile y dieron cuenta de los avances logrados en cuanto a su acceso a la educación y a los sistemas de salud.
En Chile, al igual que en otras partes del mundo, la celebración de la Navidad se caracterizó por una fiebre consumista que supuso un gasto de 1.350 millones de dólares, un 10 por ciento más que el año pasado, según cifras preliminares de la Cámara de Comercio de Santiago.
Si a la compra de regalos se suman los gastos en vestuario y calzado, artículos electrónicos y para el hogar, la cifra se eleva a 3.400 millones de dólares.
Según la Cámara, durante el mes de diciembre, las ventas del comercio minorista aumentan un 60 por ciento respecto al promedio mensual del resto del año.
