 El ministro Enrique Tapia estará a la cabeza de la Corte Suprema durante el período 2006-2008. |
SANTIAGO.- Enrique Tapia Wittig nunca ejerció libremente la profesión. Ingresó directamente a la judicatura luego de recibirse de abogado en 1958 en la Universidad de Concepción, postulando al cargo de secretario del único juzgado que existía en esa época en Coronel.
Hijo de abogado, Tapia, de 73 años, no tuvo otra opción en esa época más que quedarse estudiando en la Octava Región, por exigencia de su padre. En la universidad, se destacó por su buen rendimiento, siendo ayudante de la cátedra de Derecho Constitucional en segundo año y secretario del Centro de Alumnos de su carrera.
Sus inicios en el Poder Judicial se plasmaron en las actividades que realizó como juez de Letras de Yumbel, Coronel y los Ángeles, luego como relator de la Corte de Apelaciones de Chillán, y posteriormente como ministro en Temuco.
Durante muchos años Tapia ejerció paralelamente la docencia, tanto en la Universidad de Concepción como en la Pontificia Universidad Católica. Fue fundador del Instituto Chileno de Derecho Procesal y director del mismo entre 1984 y 1992.
Pertenece además al Colegio de Abogados y ha publicado diversos estudios y análisis legales en revistas especializadas.
Padre de cuatro hijos, sólo el mayor siguió sus pasos. Durante 25 años formó parte de la Corte de Apelaciones penquista, siendo tres veces presidente. En 1997, cuando era profesor de Derecho Procesal en la casa de estudios que lo vio nacer, asumió como ministro de la Primera Sala de la Corte Suprema, cargo que ejercía hasta hace unos pocos días.
El 21 de diciembre pasado, y tras una rápida audiencia del pleno de la Corte Suprema, Tapia fue elegido presidente del máximo tribunal por una amplia mayoría, 15 votos de apoyo. Tras esta decisión, el abogado penquista reemplazará desde hoy a Marcos Lidedinsky durante los próximos dos años.