 Ministro Carlos Cerda en el edificio de las Fuerzas Armadas. |
SANTIAGO.- El ministro Carlos Cerda, quien instruye el llamado Caso Riggs, llegó esta mañana a la Comandancia en Jefe del Ejército, donde según trascendió, habría solicitado investigar documentos clasificados que no pueden abandonar el recinto castrense.
El magistrado llegó hasta la jefatura de la Intendencia del Ejército, ubicada en el quinto piso del edificio de calle Zenteno n°102 pasadas las 8:50 horas, acompañado de tres funcionarios, permaneciendo alrededor de 10 minutos en su interior.
A las 9:30 horas, Cerda abandonó el recinto, acompañado además por un miembro del ejército, pero no quiso hablar con la prensa. Sin embargo criticó la actitud de los medios de comunicación y declaró "déjenme trabajar tranquilo".
Posteriormente avanzó por la calle Zenteno hasta Portada de Guías, ingresando al edificio de las fuerzas armadas, donde permaneció hasta las 10:10 horas.
Al ser consultado respecto de la colaboración del Ejército en la realización de estas diligencias, Cerda manifestó escuesto que fue "total", y luego pidió que lo dejaran pasar.
La presencia del ministro había sido acordada previamente con los organismos pertinentes.
Por su parte, el vocero de Gobierno, Osvaldo Puccio, le bajó el perfil a las diligencias llevadas a cabo por el magistrado, manifestando que Cerda tiene la facultad de realizar este tipo de acciones.
"El juez es perfectamente soberano y tiene las facultades de hacer, en todos los procesos de la República, lo que quiera" comentó Puccio.
Agregó además que "esto fue hecho en coordinación entre los órganos auxiliares de la justicia y el Ejército, por lo tanto, no hay ninguna acción ni extraordinaria, ni que merezca mayor comentario que el que de un trámite judicial normal".
En el marco de la investigación sobre las cuentas secretas del general (r) Augusto Pinochet en el banco Riggs de Estados Unidos, el juez Cerda procesó hace algunos días por evasión de impuestos y uso de pasaporte falso a familiares del ex Presidente.
Su esposa, Lucía Hiriart, y sus hijos Marco Antonio, Lucía, Verónica y Jacqueline; además de Soledad Olave, cónyuge del primero, están bajo libertad provisional y sujetos a arraigo.