SANTIAGO.- Miles de jibias que quedaron varadas en una playa del sur de Chile comenzaron a ser retiradas del lugar tras la descomposición de los cefalópodos, informó hoy la policía.
Los moluscos empezaron a llegar a las orillas del balneario de la localidad de Tomé, ubicado a 544 kilómetros al sur de Santiago, la noche del sábado y, según cálculos de la policía y las autoridades locales, en la playa se han acumulado unas 500 toneladas de jibia.
El gran número de moluscos en la playa, que en principio causó curiosidad y hasta conmoción en algunos turistas y habitantes de la zona, se transformó rápidamente en malestar ya que el calor ha descompuesto los restos de las especies.
La situación obligó a las autoridades locales a organizar cuadrillas de limpieza que han debido utilizar varios camiones para retirar las especies.
Aunque no hay certeza científica sobre el motivo de la llegada de las jibias a la playa, se cree que se debe a un aumento de la temperatura en las aguas.
Advertencias de las autoridades de salud
Por su parte, autoridades de salud regionales iniciaron la entrega de cartillas informativas destinadas a los habitantes y turistas de las localidades costeras afectadas, cuyo fin es informar acerca de los riesgos que implican las cerca de 500 toneladas de jibias y peces muertos en la orilla.
"El consumo de estos productos, que ya iniciaron su estado de descomposición, pueden producir intoxicaciones y cuadros de gastroenteritis, por lo que el llamado es a no consumir ninguna de estas especies marinas", declaró el jefe del departamento de acción sanitaria del Ministerio de Salud, Hugo Rojas.
La jibia, conocida por su nombre científico "dosidicus gigas" o calamar gigante, se encuentra en casi toda la costa del Pacífico y en Chile, principalmente en las regiones de Coquimbo y Valparaíso.
La especie, que en Chile se ha convertido en una depredadora de la merluza de gran valor comercial, alcanza un tamaño de entre 50 y 140 centímetros y pesa entre 20 y 50 kilos.