SANTIAGO.- El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, llamó a los católicos a renovar su fe en Cristo y a no dejarse "sorprender por falsificadores de todo tipo", en alusión al "Evangelio de Judas".
En una declaración divulgada este martes, por encargo del Comité Permanente del Episcopado, el obispo de Rancagua le restó validez al comentado manuscrito dado a conocer la semana pasada al señalar que es imposible que el texto haya sido escrito por el apóstol que traicionó a Jesucristo pues está fechado entre los siglos IV y V, es decir, unos 300 ó 400 años después de la vida de Jesús.
"Es imposible, por lo tanto, que sea Judas su autor directo, sino que puede tratarse de una copia del 'Evangelio de Judas', citado por San Ireneo de Lyon hacia el año 180", precisa la declaración.
El presidente de la Conferencia Episcopal aclara, además, que la Iglesia nunca ha negado la existencia de los Evangelios Apócrifos -es decir, no inspirados porque no contienen la verdad acerca de la Revelación de Dios- y que éstos siempre han sido rechazados por la comunidad cristiana porque son incompatibles con la fe.
"Algunos de estos Evangelios Apócrifos pertenecen a sectas gnósticas, como la de los Cainitas, cuyo propósito principal era reivindicar figuras del Antiguo y del Nuevo Testamento que cayeron en la maldad, como Caín (que mató a su hermano Abel) y como Judas (que traicionó a Jesús). Los gnósticos pretendían que la salvación se logra sólo por el conocimiento que tengamos de Dios, no por obra del amor y de la misericordia de Dios, que envió a su Hijo Jesús al mundo", explica.
Por ello, recalca que el texto del "Evangelio de Judas", que ha sido ampliamente divulgado, "no afecta en nada la fe y la doctrina católica".
Agrega que el sensacionalismo y la supuesta revelación de datos que contradicen la fe en Jesucristo ha sido un tema de todos los tiempos. "Hoy se habla del 'Evangelio de Judas'. Después se hablará de otro texto".
En ese sentido, recordó lo que dice la Biblia al respecto: "Tengan cuidado de los falsos profetas" (Mt. 7, 15).
Al ahondar en el papel y la figura de Judas Iscariote, monseñor Goic destaca que fue, como todos los demás seres humanos, un hombre creado con el atributo de la libertad. "No se puede decir que Dios buscó que Judas cayera en el mal y se viera obligado a cumplir un rol histórico ya determinado, como una opción fatalista a la que no podía sustraerse de ninguna manera. No nació con el sello de una condena fatal. Judas usó su libertad para hacer el mal".
