SANTIAGO.- Gravemente heridos quedaron dos jóvenes universitarios, que en horas de esta madrugada chocaron a gran velocidad contra un poste en avenida La Dehesa, en el sector alto de la capital.
Tras el fuerte impacto quedaron prácticamente "enrollados" en un árbol, por lo que el auto en el que viajaban, un Peugeot 206, quedó completamente destruido. Según testigos el velocímetro del vehículo quedó marcando 215 kilómetros por hora, pero una foto tomada en el lugar muestra que las agujas estaban distorcionadas por el impacto.
Los jóvenes, identificados como Felipe Pavez Canessa y Matías Zenteno Díaz, ambos de 19 años, presentan múltiples fracturas en sus extremidades inferiores y también a nivel cervical. Ambos son estudiantes de la carrera de Derecho de la Universidad del Desarrollo.
Debido a su grave condición, fueron trasladados de urgencia hasta la Clínica Las Condes.
Según se informó, Matías Zenteno fue intervenido quirúrgicamente y su pronóstico es bastante negativo.
"Él presenta una lesión cerebral extraordinariamente grave. Tiene una contusión del cerebro. Eso implica que el cerebro comienza a hincharse, lo que en términos técnicos nosotros hablamos de edema y eso produce un aumento de la presión del cráneo, lo cual si no podemos detenerlo se transforma en una muerte cerebral", explicó el neurocirujano Enrique Concha.
En tanto, su amigo y chofer del vehículo, se encuentra fuera de riesgo vital, con fracturas y contusiones múltiples.
Velocímetro. |
Hablan sus amigos
Uno de los compañeros contó que iban en una caravana de cinco autos rumbo a la plaza San Enrique para carretear en la discoteca Sala Murano y que antes estuvieron reunidos en la casa de otro universitario donde entre 15 jóvenes se tomaron dos botellas de pisco.
Maximiliano Campos, amigo de los accidentados, dijo que "Felipe se tomó sólo una piscola así que no estaba para nada curado". Agregó que "cuando salimos aceleramos los motores por molestar, y en eso doblamos y veo que Felipe no nos sigue".
Campos enfatiza que "es mentira completamente que iba a 215 kilómetros por hora. Ese auto no puede llegar a esa velocidad y al chocar la aguja del velocímetro se desactivó y cayó".
Mario Alvear otro de los amigos dijo que "a lo más iban a unos 140 kilómetros por hora. Además, donde ellos chocaron es imposible llegar a más velocidad porque es una zona de curvas".
Una foto tomada al interior del auto muestra que el velocímetro quedó marcando sólo 60 kilómetros por hora y el tacómetro 5 mil revoluciones por minuto.
