TEMUCO.- Cuatro mapuches recluidos en la cárcel de Temuco dejaron de beber agua para iniciar así una huelga de hambre seca que puede agravar al extremo sus condiciones de salud, pues hace 49 días no ingieren alimentos sólidos.
Los detenidos protestan por la decisión del tribunal oral de la ciudad de Angol que los condenó a diez años de cárcel y al pago de una indemnización equivalente a 900.000 dólares por los daños provocados a plantaciones forestales incendiadas en un predio agrícola perteneciente a la empresa forestal Mininco.
El incendio se registró el 19 de diciembre de 2001 y los mapuches protestan porque fueron procesados por infringir la ley antiterrorista, que no aceptan, y porque entre quienes les formularon cargos figuran testigos encapuchados.
El sábado pasado, Juan y Patricio Marileo, Juan Carlos Huenulao y la colaboradora indígena, Patricia Troncoso, fueron trasladados sin su consentimiento desde la cárcel de Angol a la de Temuco en un operativo policial realizado con el objetivo de poner fin a la huelga de hambre.
Roberto Troncoso, padre de la huelguista, dijo, tras visitar a su hija, que los reclusos "no aceptarán" atención médica.
Troncoso dijo estar afectado por las precarias condiciones en que se encuentran los detenidos, que conviven con presos comunes y, además, denunció que su hija "duerme engrillada".