LOS ÁNGELES.- La visita a una Iglesia Evangélica y la intervención de un pastor fue clave para expulsar al espíritu maligno que tenía poseída a una menor de 16 años en la ciudad de Los Angeles, según lo anunciado por el padre de la afectada, quien rechazó entregar su nombre públicamente para evitar burlas en su contra.
En conversación con Radio Digital FM. precisó que Javiera su primogénita fue parte de una sesión de espiritismo -conocida como huija- realizada por dos compañeros en el Liceo de Niñas durante la toma efectuada la semana pasada en esta ciudad.
"Mi hija empezó a estar rara el jueves. Yo no sabía en lo que estuvo metida. Estaba mal y la llevamos al médico pero no le encontraron nada(..), en urgencia del Hospital le dieron unos calmantes y no se le pasaron las convulsiones", sentenció.
El padre impactado con las escenas terroríficas vividas al interior de su propio hogar, reaccionó indignado ante el escepticismo de algunas personas que no creen en su testimonio.
Al respecto, señaló que "Lo científico es lo científico y lo espiritual es algo muy diferente. A mí no me vienen con cuentos. Me llamó un señor de la tele especialista en Huija y desea que conversemos. Yo estoy seguro que hay controversia porque siempre todos le quieren buscar las cuatro patas al gato y la cosa no es así. Yo lo viví en carne propia y yo luché contra el espíritu que tenía poseída a mi hija", señaló desesperado.
Agregó que "mi hija Javiera me decía ayúdame y cuando era poseída por el espíritu me hablaba con voz firme. Pero no era ella(.), era la otra niña que la mantenía tomada y me gritaba que se la iba a llevar".
El progenitor, relató que fue en ese momento cuando comenzó a desesperarse y llamar a sacerdotes y pastores evangélicos a fin de socorrer a la estudiante. "Yo sé que mi hija no tiene nada, es sana. El alma desconocida provocó todo esto. Gracias a un pastor con quien la llevamos a una Iglesia Evangélica el espíritu la abandonó".
En tanto, la estudiante continúa en su hogar sin emitir palabras y según lo afirmado por su padre "ella no volverá al colegio, la cambiaré de Liceo porque ayer, cuando la llevamos, empezó a gritar. Algo raro debe existir ahí".
Finalmente, indicó que "La huija no se cerró, anda un espíritu dando vueltas. Tenemos que reunir a los dos niños -con que hicieron la sesión- para volver al ser del más allá a su lugar".
