SANTIAGO.- Unos 800 jóvenes de diversas comunas de Santiago se levantaron temprano hoy para visitar la Escuela de Suboficiales y definir si postularán a esta institución, que por primera vez en 68 años abrió sus puertas a sus posibles futuros alumnos.
La iniciativa consistió en que los casi 800 estudiantes que actualmente integran la institución invitaron a un amigo, a una hermana, a un primo o a un vecino a realizar un "tour" por las dependencias de la Escuela y conocer las ventajas que ofrece el plan de estudio de esta carrera militar.
"La idea es contar con una instancia de acercarnos de manera más efectiva y entregar una información más directa a los postulantes. La idea es que ellos obtengan de primera fuente la información necesaria para que nos acompañen en el proceso de admisión", explicó el teniente coronel Julio Brunetto.
Interés femenino
"Postulé a la Escuela de Suboficiales porque las carreras universitarias ya no me gustan", comentó María Miranda, de 19 años. Tras la actividad realizada confesó estar convencida de querer ingresar, ya que a su parecer el establecimiento es "estable" y "seguro", donde "hay un gran desarrollo de la mujer".
De los 800 alumnos que actualmente forman parte de la Escuela de Suboficiales, aproximadamente 80 son mujeres. Al año unos seis mil hombres postulan a esta institución y casi dos mil mujeres.
Karina Riquelme, de 23 años, consideró que los cupos para las jóvenes son pocos, "encuentro que deberían aumentar porque hay varias mujeres que quedan fuera de este proceso de postulación".
El número de cupos para mujeres también es un problema para Tamara Carrasco, de 22 años, procedente de Puente Alto. Tras postular está esperando rendir los exámenes el próximo 19 de junio, pero se siente nerviosa. Sabe que la posibilidad de quedar seleccionada es "baja", por lo que se está preparando. "Estoy estudiando matemáticas y preparándome físicamente", dijo.
Para Karla Oyanedel el problema no sólo apunta a su condición de mujer, sino además a su corta edad (17 años) y a su estatura. "Mido un metro y 55, justo el límite para la Escuela de Suboficiales". Sin embargo, postuló igual ya que ingresar a una institución militar es una aspiración que tiene desde niña.
"Progresivamente nosotros hemos incorporando a la mujer en la institución y ellas están ocupando las vacantes que así lo diseño la estructura de carrera, porque no todos los puestos pueden ser cubiertos por mujeres", manifestó el teniente coronel Brunetto, y agregó que es probable que en el futuro el número de alumnas vaya en aumento.
Decisión incierta
Aunque algunos jóvenes como Fernando Salce, de 21 años, ven la Escuela de Suboficiales simplemente como una "buena alternativa" para estudiar, para otros esta opción es un dilema. Es el caso de César Orosteniz, de 18 años, que debe optar entre la carrera militar, la medicina veterinaria o la música.
"Siempre me ha interesado la milicia, entonces estoy viendo qué faltaría para convencerme", afirmó. Agrega que la principal razón por la cual se uniría a la Escuela de Suboficiales son "las pistolas", se siente atraído por las armas y por el aprendizaje de técnicas de defensa personal.
Rodolfo Delgado, de 19 años, está convencido de querer unirse a la institución. Es más, por segunda vez consecutiva postulará ya que el año pasado no quedó seleccionado tras no aprobar el exámen psicológico.
Pero este año Rodolfo decidió prepararse con un psicólogo "para que me ayudara un poco, para que me orientara", explicó. Afirmó sentirse más preparado para enfrentar el desafío y sostuvo que en caso de no ser aceptado podría postular otra vez. "La tercera siempre dicen que es la vencida", concluyó con esperanza.