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Senadores de comisión de Salud piden cárcel para quienes roben sangre

Los parlamentarios consideraron "grave" que un hecho que ocurrió en 2004, recién ahora sea conocido públicamente a raíz del caso de los niños enfermos de leucemia que fueron contagiados con hepatitis B tras someterse a transfusiones de sangre.

17 de Agosto de 2006 | 12:08 | Karina Morales, El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- Los senadores integrantes de la comisión de Salud de la Cámara Alta Evelyn Matthei (UDI), Guido Girardi (PPD) y Mariano Ruiz-Esquide (DC), se reunieron esta mañana con la ministra de Salud, María Soledad Barría, para analizar en profundidad la serie de irregularidades que se cometieron en los procedimientos que terminaron con 13 niños enfermos de leucemia contagiados con hepatitis B.

Los menores contrajeron la enfermedad tras someterse a una transfusión sanguínea en una consulta privada, con sangre donada al Hospital del Salvador y que fue proporcionada por un funcionario de ese recinto.

Según los parlamentarios, en este caso "se han destapado numerosas irregularidades" que parten con el robo de la sangre y culmina con la infección de estos niños que se produjo en 2004, y que hasta ahora no había sido dada a conocer públicamente como correspondía.

Por esta razón, los parlamentarios pidieron que se modifique la norma que regula el funcionamiento de los servicios de salud, se mejore la fiscalización, se encuentre a los responsables del contagio y se sancione penalmente el tráfico de sangre. "Cárcel para los que roban sangre", exigió con tono enérgico el senador Girardi.

Para los legisladores un hecho grave es que la sangre haya sido extraída de un recinto sin haber quedado registrada en los documentos correspondientes, y más aún que ésta haya sido utilizada en una consulta médica que no estaba autorizada a hacer procedimientos invasivos.

"En esta consulta nunca se debieron haber realizado estos procedimientos que se realizaron, jamás", afirmó Evelyn Matthei.

Por esta razón, los senadores pidieron que a la brevedad sean aprobados los reglamentos de la Superintendencia de Salud, de tal manera que aumente su poder de fiscalización y control, que obligue a los establecimientos de salud a contar con una aviso claro -que pueda ser visto por los pacientes- donde se detallen los procedimientos que están autorizados a practicar y también para que exista un listado de conocimiento público con las especialidades de cada médico.

Para los integrantes de la comisión de Salud de la Cámara Alta, también es un hecho grave que el contagio de estos menores haya ocurrido en 2004 y recién ahora se dé a conocer. Por ello, los parlamentarios pidieron que se establezcan sanciones por negligencia, ya que "aquí se intentó mantener en silencio una situación dramática".

Los parlamentarios hicieron también un llamado a la población para que no deje de donar sangre, ya que "el problema aquí es que un funcionario sacó sangre sin dejar registro", pero siempre se necesita, y es una práctica normal y regulada que las clínicas y hospitales se presten sangre cuando un paciente lo requiere.

Además, pidieron a la ciudadanía que mantenga la calma porque el contagio con hepatitis B de estos menores corresponde a un pequeño brote y, debido a los numerosos análisis a los que es sometida la sangre para transfusiones, es difícil que a través de un procedimiento de este tipo se traspase el virus.
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