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Oposición acusa extrema politización de la izquierda

Dirigentes de RN y la UDI indicaron que la muerte de Pinochet hará que la izquierda pierda una de sus banderas de lucha que los justificaba. Plantearon que es hora de dar vuelta una página de la historia de Chile.

10 de Diciembre de 2006 | 18:58 | María José Errázuriz L., El Mercurio en Internet

SANTIAGO.- La muerte del general Augusto Pinochet debiera servir para que los chilenos den vuelta la página de una etapa de su historia definitivamente y se dispogan todos los esfuerzos para conseguir la concreción de las metas que los unen.


Así lo consideran hoy dirigentes de la Alianza por Chile, quienes se manifestaron sorprendidos por el nivel de politización extrema que expresan en este momento algunos sectores de la izquierda chilena.


En palabras del presidente de Renovación Nacional (RN), Carlos Larraín, resulta "chocante" ver a jóvenes de menos de 25 años celebrando la muerte de Pinochet porque ello da muestra de que han heredado una historia que no se superará con el paso de las generaciones.


"Yo no sé si en una situación como está haya que salir a la calles y estallar en exclamaciones de gozo, lo encuentro chocante", dijo, quien además lamentó que algunos sectores todavía giren en torno a la figura y años del Gobierno del general Pinochet.


"Esto demuestra una cierta incapacidad de mirar hacia adelante", insistió Larraín.


"Por parte de la izquierda se ve una reacción de odio que me tiene absolutamente sorprendido", fueron las palabras del senador de RN Alberto Espina. "No puedo entender esos niveles de odiosidad", agregó.


En tanto, el diputado de la UDI Patricio Melero sostuvo que las expresiones de júbilo muestran "el ánimo de odiosidad y revanchismo. Han tenido una intolerancia muy grande y también un doble estándar en materia de violaciones a los derechos humanos".


"Vamos a ver en no mucho tiempo más a estos mismos sectores que están celebrando la muerte de Pinochet, condolidos por la muerte de Fidel Castro que ha sido uno de los principales dictadores violador de derechos humanos", se expandió Melero.


Los dirigentes reconocieron que a juzgar por algunas imágenes que se están observando en este momento en las calles, la reconciliación nacional no ha avanzado tanto como se suponía. "Las heridas siguen abiertas y llama la atención que muchas de las personas más enérgicas en sus manifestaciones de júbilo tienen menos de 25 años, lo que prueba que hay una tradición oral que está condicionando toda la visión", dijo Larraín.


El senador Alberto Espina expresó su esperanza de que las reacciones que se están viendo respondan sólo a una minoría. El diputado Melero, en tanto, manifestó que pese a estas expresiones de alegría, Chile ha avanzado en materia de reconciliación.


"Siempre van a estar las expresiones en la ultra izquierda y PC que siguen muy anclados en el pasado y tienen la necesidad de tener la figura de Pinochet en alto para justificar su actuar político, pero la inmensa mayoría de los chilenos ha avanzado y en eso han contribuido las FF.AA., la derecha y algunos sectores de la Concertación", comentó el dirigente gremialista.


Ante el hecho de que son jóvenes los que están celebrando, cuando se supone que el paso de las generaciones ayudaría en este proceso, Melero reconoció que ellos han heredado la odiosidad que se les ha transmitido y que en algunos casos se pueden entender cuando se trata de familiares directos y víctimas de violaciones a los derechos humanos.


Izquierda pierde bandera


Larraín, Melero y Espina concordaron en que la muerte de Pinochet debiera servir para superar una etapa de la historia de Chile en la cual cada sector ha hecho ya su juicio.


"La izquierda no va soltar el asunto", acotó Carlos Larraín. "La muerte de Pinochet debiera servir para que demos vuelta la página, enfrentar los asuntos comunes, que son muchos y están pendientes, y dejarse de actuar en política en clave nostálgica. El polvo tiene que decantarse, hay muchas rabias guardadas", agregó.


"El paso del tiempo debiera ayudar –dijo Espina- a que todos los chilenos dejemos atrás las divisiones del pasado y trabajar juntos, pero lo que veo en la izquierda es una posición de confrontación muy fuerte que no me esperaba. Quemar la figura de Pinochet y tomar champaña me parece horroroso".


Melero reiteró que el juicio de Pinochet ya se hizo por la historia y que su muerte "ojalá contribuya a un mayor nivel de reconciliación entre los chilenos. No veo que nadie vaya a cambiar de opinión después de su muerte. La izquierda la condenó el mismo 11 de septiembre de 1973 y no lo aflojó hasta su muerte y no veo por qué al momento de su muerte vayan a producirse cambios".


Pero el diputado UDI fue más allá y manifestó que "la muerte de Pinochet debe servir para cerrar una etapa que desde su comienzo generó división entre los chilenos y dar paso a una visión más reposada de los hechos".


-¿La figura de Pinochet viva era un escollo para la reconciliación?


"Creo que estando Pinochet vivo fue una bandera de lucha para los sectores más de izquierda y esa bandera se les va a acabar. Podrán ellos seguir, pero en muchos aspectos, lo emblemático que significa un Pinochet vivo va a dar paso a que la justificación de esos grupos ya no exista".


Derecha desprendida


Los dirigentes se hicieron cargo de la acusación que la familia Pinochet Hiriart ha lanzado el último tiempo en cuanto a que la derecha política abandonó a su padre y se desprendió de su figura por diversos intereses.


Carlos Larraín manifestó que él se siente "muy desprendido de la figura de Pinochet, pero muy consciente de que a él le tocó actuar en una época muy difícil, en circunstancias durísimas y eso hay registrarlo. El juicio de la historia va a tardar, ya se verá, pero no podemos hacer como que este caballero fue un réprobo que apareció en Chile por casualidad".


Al respecto, el senador Alberto Espina afirmó que quienes deben hacerse cargo de las acusaciones de la familia Pinochet son quienes formaron parte del Gobierno Militar. "Mi opinión personal, después de haber conversado con ellos, es que los temas se enfocaron al futuro y el Gobierno de Pinochet hablaba de 17 años atrás; no creo que haya un distanciamiento".


Sobre su posición personal, en orden a que él no asistiría a sus funerales por su actuación en los casos de derechos humanos y Riggs, Espina desechó hacerse cargo de sus palabras y confirmarlas. "No es el momento, cuando muere una persona, de hacer un análisis de los errores que pudo haber cometido, ya habrá, se hará en la historia".


Funerales de Estado


Los dirigentes opositores afirmaron que resultaría muy difícil al Gobierno negarle el carácter de funerales de Estado a un ex Presidente y ex Comandante en Jefe del Ejército, porque Pinochet dirigió el país durante muchos años y merece un reconocimiento oficial.


Larraín sostuvo que la decisión que adopte la Presidenta Bachelet ahondará más las heridas ya sea para un lado como el otro.


El senador Espina, en tanto, pidió respeto por uno de los personajes más relevantes de la política chilena del último medio siglo y que pueda tener sus funerales con dignidad, por lo que se merece funerales de Estado.


"Ya habrá tiempo para hacer un juicio de su Gobierno, pero hoy no se pueden obviar que salvó a Chile de una dictadura comunista, de una inminente guerra con Argentina y haber impulsado el progreso económico que hoy todos en el mundo alaban", dijo Espina.


El timonel de RN informó que él concurrirá, acompañado de miembros de su directiva a los funerales de Pinochet "si nos invitan", pero aseguró que ellos no adoptarán una posición política frente a su deceso.


"La directiva de RN fue al velatorio de doña Gladys Marín porque hay que mantener cierta cordialidad cívica en el país, lo mismo se aplica en dirección contraria", aseguró.


El diputado Melero, aseguró que la decisión de Michelle Bachelet de no decretar funerales de Estado responde al hecho de que "ella no tiene una visión de Estado" necesaria para actuar en consecuencia.

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