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Santiago: Jueves 25 de abril del 2024 | Actualizado 02:08
Así fue el programa que los reos pusieron al aire
VALDIVIA.- Andrés Norambuena –32 años, casado, un hijo- se aburre casi todo el día, tiene pocos momentos de alegría y ahora también lo asaltan las dudas. Lleva preso seis años, que se le han hecho eternos, en la cárcel de Valdivia y le restan otros cuatro para cumplir su condena.
Norambuena es el conductor de Canavisión, el canal que transmite una vez por semana para los reos de buena conducta del presidio. En realidad, era el conductor, porque el miércoles pasado la señal emitió su último programa luego de permanecer tres años al aire.
En marzo de 2007, los 600 reos del recinto penitenciario de Valdivia serán trasladados a una nueva cárcel concesionada, más amplia y con mayores medidas de seguridad, y allí ya no funcionará la escuela municipal de adultos de la que depende Canavisión. La escuela cierra sus puertas hoy. La educación quedará ahora en manos privadas. Se hará cargo la Corporación de Rehabilitación Social (Coresol) de la Sofofa.
Por eso Norambuena tiene dudas: no sabe qué será de su vida sin Canavisión. "Acá tenemos pocos momentos de diversión y el canal nos servía para distraernos. Estamos preocupados, porque no sabemos cómo es el lugar al que nos van a llevar y tampoco sabemos si allá vamos a poder seguir transmitiendo”, cuenta. Hace pocos minutos se despidió, en pantalla, de su público, compuesto por cerca de 70 reos que siguieron el último programa en el patio de visitas.
Canavisión nació en 2003 y es una iniciativa única en su tipo en Latinoamérica. La idea le surgió al director de la escuela del penal, Rumaldo Salazar, quien postuló a proyectos del Ministerio de Educación para la compra de cámaras digitales, mesas de edición, monitores, computadores y otros equipos. Con estos implementos y mucha imaginación, los 12 reos que trabajaban en Canavisión armaban semanalmente su único programa, "Carreteando la mañana", que se transmitía generalmente los viernes a las 11:30 horas.
El programa, que duraba una hora, a veces más, incluía concursos, lectura de noticias y del horóscopo, notas humanas y reggaetón, mucho reggaetón. Y también notas reporteadas “desde” las calles. Gracias a la magia de un efecto audiovisual llamado cromakey, que permite mezclar un fondo pregrabado y ubicar en la escena a alguien que no está realmente allí, los reporteros del canal cubrieron accidentes y transmitieron el Mundial de fútbol "en directo" desde Alemania.
"Carreteando la mañana" se emitía en directo desde el set de televisión de la escuela y era proyectado en un telón de tres metros de ancho y dos de alto que colgaba de un muro en el patio de visitas. A veces también se incluían entrevistas. Por el set de Canavisión pasaron personajes de renombre, como el ministro Secretario General de Gobierno, Ricardo Lagos Weber; el gobernador de Valdivia, Ricardo Yáñez; y el director nacional de Gendarmería, Alfredo Bañados.
El miércoles pasado, para observar el último programa, llegaron hasta el patio de visitas hombres, mujeres e incluso dos bebés –con sus padres- que nacieron al interior de la cárcel. La mitad de los 70 asistentes se sentó en sillas instaladas en medio del patio y los demás se quedaron de pie, al fondo, apoyados en las paredes. También había cinco gendarmes viendo el programa.
Todos ellos fueron testigos de las palabras de despedida de Norambuena: "Bueno, amigos, no sé si todos lo saben pero éste es el último programa de Canavisión. Nos vamos con pena, porque no sabemos si en el futuro podremos seguir transmitiendo". Juan Carlos Barrientos, uno de los reporteros del canal, lo escuchaba atento y no pudo evitar las lágrimas. Tampoco Marta Pérez, la coanimadora del programa.
Tal vez habrían estado más alegres si conocieran los planes de la Corporación de Rehabilitación Social (Coresol), entidad que se hará cargo de la educación en la nueva cárcel. Según explicó el director ejecutivo de Coresol, Guillermo Zerbi, la idea es que allí Canavisión continúe al aire.
Buenas expectativas
"Usamos todas las herramientas para la rehabilitación y reinserción de los presos. Este canal de televisión es un instrumento muy positivo, así que haremos los esfuerzos para que se mantenga. En abril o mayo podríamos continuar con las transmisiones", señaló Zerbi.
Indicó que el objetivo es incluso más ambicioso. En 2007 esperan elaborar proyectos y postular a fondos para que en 2008 el canal de los reos sea replicado en los restantes recintos penitenciarios en que Coresol tiene a cargo proyectos educacionales, es decir en Arica, Iquique, La Serena, Valparaíso, Concepción y, a partir del próximo año, Puerto Montt.
Los reos que trabajaban en Canavisión cumplen condenas por robo, homicidio y tráfico de droga. Para participar del proyecto, Gendarmería les exigía buena conducta. En el canal se transformaron en camarógrafos, sonidistas, tramoyas, maquilladores, reporteros y conductores de TV, y con muy buenos resultados.
Rumaldo Salazar, el director y creador del canal, quien no continuará en 2007 con su labor educativa en la cárcel concesionada, asegura que la iniciativa fue muy positiva para la rehabilitación de los internos.
“El proyecto cumplió las expectativas porque cuatro internos lograron rehabilitarse, se reinsertaron en la sociedad y muchos de ellos están cumpliendo con sus trabajos y estudios en forma muy positiva. La meta de Canavisión no sólo era entretener sino que también entregar cultura. Creo que le sirvió a todos los internos para tomar conciencia real de lo que es vivir privado de libertad y del daño que se provoca cuando se comete un delito”, destacó.
Agregó que en el canal los internos aprendieron a quererse como personas, y adquirieron buenos modales y valores como el respeto y el trabajo en equipo. Por eso se retira satisfecho, aunque con nostalgia.
Finalizado el último programa, Salazar abrazó a cada uno de los miembros de su equipo y luego se despidió con un consejo: “Estoy orgulloso de todos ustedes y sé que cuando salgan serán buenas personas. ¡Por favor, muchachos, no vuelvan a la cárcel!".
- No se preocupe, profe, no volvemos ni amarrados –respondió Norambuena.
El primer conductor de Canavisión fue Felipe García, hoy de 38 años, más conocido como el "Kiwi". Él inventó el slogan de la estación televisiva: "El canal que te atrapa y pone tras las rejas tu aburrimiento".
García fue condenado a cinco años y un día por tráfico de drogas, pero salió por buena conducta tras cumplir 3 años y ocho meses de presidio. El beneficio de la libertad diurna lo obtuvo el 1 de diciembre de 2005, y el pasado 29 de noviembre –un día antes de la primera final de Colo Colo, el equipo de sus amores, contra Pachuca por la Copa Sudamericana- Gendarmería le otorgó la libertad completa.
"Esa noche llegué a dormir, como todos los días, y me dijeron que no tenía que volver nunca más. Imagínate mi alegría. Al otro día todavía me costaba acostumbrarme a la idea de que podría dormir en mi casa", relata.
Antes de su reclusión, García trabajaba como vendedor zonal de la empresa Barcel Chile, la de las papas fritas. También destacaba en Valdivia como jugador de básquetbol: mide 1,98 metros. Desde que salió de la cárcel trabaja como monitor de aseguramiento de calidad en la empresa procesadora de carnes Frival.
"La experiencia en la cárcel fue dura pero enriquecedora. Lo de Canavisión sí fue una experiencia muy buena, en el sentido de saber que uno tiene algunos dones que no sabía que los tenía", cuenta el "Kiwi".
La naturalidad y simpatía que proyectaba ante las cámaras le hizo famoso en los noticieros de televisión y en los diarios de todo Chile. Él fue el encargado de entrevistar, junto con Fernando Pérez, al vocero Ricardo Lagos Weber y también al director nacional de Gendarmería, Adolfo Bañados. Y se lució.
García confiesa que le gustaría seguir desarrollando ese talento. Por eso, presentará un proyecto en ATV, la estación de televisión por cable local. "Tengo ganas de hacer primero aquí en Valdivia y ojalá después poder seguir avanzando hasta llegar a ser conductor de algún programa en un canal grande, que se vea en todo el país. Y me gustaría que me entrevistara la Vivi Kreutzberger, para demostrar a todo Chile cuáles son mis dones".
