Chilenos prefieren fiestas en familia para Navidad y Ano Nuevo

SANTIAGO.- La Universidad Central a través del Centro de Estudios y Opinión Pública (CESOP) investigó la forma como enfrentan los chilenos la celebración de las fiestas de fin de año y constata, a pesar de los cambios producidos en los distintos ámbitos de la vida social, la mantención de un patrón tradicional que marca la identidad de los chilenos.

En efecto, la familia se percibe como un pilar para el encuentro de fin de año, registrándose que el 87% de los encuestados pasa la Navidad con su núcleo familiar, y el 73% lo hace en su propia casa, en tanto, un 25.1% lo hace en casa de familiares directos.

En el mismo plano, se revela que el 83% prepara una comida especial, que el 91% hace regalos y el 94% recibe regalos.

El regalo, ciertamente, es el principal símbolo de demostración de afecto, y la importancia signada a ello es de tal envergadura que el 67% declara que los adquiere con anticipación y sólo un 33% declara que los compra a última hora, revelándose con ello que la idea que los chilenos dejan las cosas para el último momento no se cumple en este tipo de materias, lo que se explica por el profundo significado que ello tiene para las personas.

Un 37% mantiene la pauta de asistir a la Iglesia y asigna a esta fecha un importante contenido religioso, y  el 79 % declara no asistir a ninguna fiesta,lo que reafirma el concepto de encuentro familiar.

Respecto del año nuevo, el carácter de encuentro familiar permanece, dado que el 56.8% declara celebrarlo en casa, el 33.2% en casas de familiares directos y sólo un 4.4% declara celebrar esta fecha en lugares públicos.

Del mismo modo, el 86.4% declara efectuar una comida especial para el año nuevo, y a diferencia de la navidad, el año nuevo se asocia a compartir en fiestas propiamente tal, con familiares, en un 48.6% y con amigos, el 33.3%, en tanto, un 19.2% declara celebrar el año nuevo en fiestas públicas.

“En síntesis, en las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, la familia ocupa un lugar central, lo que revela que a pesar que se considera que la sociedad moderna ha traído consigo un debilitamiento de la institución familiar, en estas fechas se reivindica como el espacio natural en que las personas entregan y reciben afecto. Ciertamente, las necesidades de afecto son constantes en los seres humanos, y en ese sentido, la función afectiva que cumple la familia, resulta indelegable, por lo cual este núcleo básico en un mundo cada vez más personalista, impersonal e instrumental se perfila como el gran “refugio de los afectos” para los seres humanos en nuestra sociedad”, señala Andrés Llanos, director del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Central.

En ese sentido, destaca además, que si bien los sentimientos que predominan en estas fechas son de alegría, en un 51% de los encuestados, la tristeza y la nostalgia también ocupan un lugar importante, con un 22.4%, es decir, están presentes en  uno de cada cuatro personas.

No obstante, lo señalado no es menor tampoco, que el 53% declara que estas fechas generan en ellos stress adicional, que acompaña al cierre de las actividades que han efectuado durante el año.

Con todo, en nuestra sociedad, la Navidad y el Año Nuevo, relevan a la familia a un lugar de privilegio.