Secuestradora: "No hubo un plan maquiavélico de mucho tiempo ni nada"

SANTIAGO.- En las primeras declaraciones que se conocen desde que Isabel Bastías fuera capturada por Carabineros ayer en la tarde, la mujer que secuestró al menor de 11 años en la comuna de Las Condes aseguró llorando que "no hubo un plan maquiavélico de mucho tiempo ni nada".

Sus afirmaciones fueron realizadas durante la audiencia de formalización de cargos en su contra, en la cual la jueza Carolina Araya Hernández determinó que Bastías quede en prisión preventiva durante 90 días, en el Centro de Orientación Femenina de Santiago, por considerarse que es "un peligro para la sociedad".

La secuestradora, que una y otra vez repetía "no sé qué me pasa", identificó a la persona que le ayudó como "la Nelly" y sostuvo que "no hubo una banda, sino, no hubiese habido ese resultado".

Bastías aseguró que la situación económica de su familia "no es buena", que tiene bastantes deudas en las tarjetas de crédito y sostuvo que su principal problema es que tienen una serie de dividendos impagos y que sus gastos suman más de 500 mil pesos mensuales.

La secuestradora, que siempre habló entre sollozos, pidió perdón a la madre del niño, "yo sé que sufrió, y ahora me toca a mí" y luego añadió "cometí un error, quería ayudar en tantas cosas y ahora arruiné a mi familia".

Respecto a cómo se llevó a cabo el secuestro, Bastías detalló que una semana antes de éste llamó al niño y le dijo que le iban a hacerle una sorpresa a los papás, por lo que ayer lo pasó a buscar asegurándole que ésta ya estaba lista.

La mujer, que sin entregar mayores antecedentes admitió que conocía a la familia, dijo respecto del menor, identificado como I.M., que "nunca lo tratamos mal, nunca lo engañé".

Mostrando absolutamente arrepentida, agregó que en todo momento, a través de un celular especialmente comprado para la ocasión, trató de darle tranquilidad a la familia y negó haberle dicho a la mamá que "tan poco vale la vida de tu hijo que no juntas la plata".

Asimismo sostuvo que fue "la Nelly" quien dejó al niño en el lugar donde fue recuperado por Carabineros, además de ser ella la que retiró los 5,6 millones de pesos que pidieron como rescate.

Entre los argumentos que esgrime su defensa para que Bastías no quede en prisión preventiva, está el hecho de que ella cooperó en todo momento en la investigación. De paso, tanto sus abogados como ella han tratado de atribuirle mayores responsabilidades a "la Nelly".

La audiencia, que estaba fijada para las 11 de la mañana, se retrasó por varias horas, para finalmente comenzar pasadas las 13:30 horas y contar con la presencia de la única imputada.

En la audiencia además está presente la madre de la secuestradora, Elda Arce, que negó en primera instancia que fuese a ver a su hija, tras lo cual se retractó, reconoció ser la mamá de Bastías y volvió a pedir perdón a la familia del menor.

En horas de la mañana el fiscal Carlos Hoffman sostuvo que la mujer arriesga, por el delito de sustracción de menores, una pena que va entre los 15 años y la condena perpetua.

El fiscal señaló que la mujer, que no tenía antecedentes penales, estableció un vínculo con la familia del menor, con lo cual se ganó su confianza para luego cometer el plagio.

"Pensó que con eso haría un gran negocio", comentó y agregó que "el Ministerio Público no va a permitir que este tipo de delitos se instalen en el país".

Pedían 40 millones de pesos

El menor I.M., hijo de un traumatólogo pediátrico, fue plagiado en la comuna de Las Condes luego que Bastías lo engañara para hacerlo subir a un automóvil.

El niño habría sido llevado hasta una parcela de Peñalolén, mientras la mujer se comunicaba con la madre de la víctima para exigirle un rescate de 40 millones de pesos.

La familia se contactó de inmediato con Carabineros que manejó el caso con estricta reserva y logró bajar el monto del rescate a $ 20 millones.

Pero, finalmente se acordó un pago de $ 5,6 millones, que le fueron entregados a una persona, quien aún no ha sido identificada, en un baño de un supermercado de Peñalolén.

Tras siete horas de intensas negociaciones, I.M. fue liberado en un Kentucky Fried Chicken ubicado a un costado del supermercado Montserrat de avenida Grecia con Consistorial.