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Santiago: Jueves 18 de abril del 2024 | Actualizado 22:33
ICA.- "Estamos bien". Con estas palabras Josefa Urarte, una de las tres estudiantes chilenas que estaban inubicables tras el terremoto en Perú, resumió la situación en la que se encuentra junto a sus compañeras universitarias luego que durante casi dos días se desconociera su paradero.
"No tenemos muchas ganas de hablar, pero está todo bien, no nos pasó nada, le pusieron más color del que era", afirmó la joven en contacto telefónico con EMOL.
La estudiante de Psicología de la Universidad Central, de 22 años, aseguró que "está todo bien", aunque no quiso revelar detalles de lo que vivieron en estos días tras el sismo de 7,9 grados Richter que asoló a la región sur de Perú.
Josefa Urarte y sus compañeras fueron ubicadas esta tarde en la ciudad de Ica por el cónsul general en Lima, Fernando Zalaquett, quien viajó al lugar luego de enterarse que las jóvenes habían llamado a sus familias desde esa localidad.
Este mediodía, en un avión Hércules de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) que voló hacia Pisco con ayuda humanitaria, viajaron el padre de Cecilia Moreno, Víctor Moreno Larraín, y Juan Esteban Merello y Francisco Javier Urarte, hermanos de Carolina Merello y Josefa Urarte, respectivamente.
"Nos vamos a encontrar con ellos", relató esta última.
El cónsul Fernando Zalaquett había adelantado esta tarde que haría todo lo posible para localizar a las jóvenes y lograr que se reunieran con sus padres.
El encuentro
La búsqueda de las universitarias en Ica, realizada por el representante chileno en Perú junto al agregado de Carabineros, comandante Hernán Hevia, duró cerca de una hora.
El punto de partida fue una hospedería de la laguna Huacachina, zona turística de Ica, donde les dijeron que estaban. Pero al llegar ahí no las hallaron, pues habían salido a buscar un teléfono para comunicarse con sus padres, tras saber que viajaban desde Chile rumbo a Pisco.
El recorrido siguió por los alrededores y, gracias a la ayuda de un trabajador del hospedaje, se contactaron vía telefónica con otro muchacho que iba con ellas. Éste les informó que estaban en la Plaza de Armas de Ica, donde las encontraron sorprendidas ya que nunca pensaron que se había producido un revuelo en el país por su situación.
De inmediato Josefa, Carolina y Cecilia se comunicaron con sus padres a través de los teléfonos celulares del cónsul Zalaquett y del comandante Hevia. Conversaron con ellos y tras responder las preguntas de la prensa presente en el lugar, abordaron el auto de la embajada de Chile para regresar al hospedaje donde estaban y recoger sus pertenencias.
Ahora, las tres estudiantes se trasladarán a Pisco para reunirse con sus familiares que arribaron a la ciudad en el avión de la FACh y decidir qué harán.
Las chilenas planeaban participar de un seminario sobre psicología que se realizaría próximamente en Lima, pero decidieron partir antes para conocer otras ciudades.
