VALPARAÍSO.- Los senadores Mariano Ruiz-Esquide (DC), Jaime Naranjo y Pedro Muñoz (PS) presentaron un proyecto de ley para regular de mejor forma la ventilación y extracción de aire de los espacios cerrados para fumadores, con el propósito de evitar que los espacios habilitados para ellos se conviertan en verdaderas cámaras de gas tóxico y de aire contaminado.
La iniciativa, que fue derivada a la Comisión de Salud de la Cámara Alta, modifica la denominada ley del tabaco para precisar que los mecanismos de ventilación hacia el exterior y extracción de aire de los espacios habilitados para fumadores no solamente deben existir, sino que deben encontrarse en continuo funcionamiento.
El otro cambio que proponen los senadores es la de derivar a un reglamento la regulación de la calidad del aire en los establecimientos, complementando y haciendo aplicable las actuales normas.
Asimismo, señalaron que aunque la legislación vigente estableció una clara diferenciación entre los espacios habilitados para fumadores, es necesario complementar esas disposiciones para evitar mayores riesgos de los que enfrentan quienes consumen tabaco.
Cabe recordar que la normativa actual establece la necesidad de habilitar, en restoranes, bares, pubs, discotecas, cabarés, casinos de juego y otros lugares de juego legalmente autorizados, y demás establecimientos similares, con una superficie abierta al público superior a los 100 metros cuadrados, espacios diferenciados para fumadores.
Además, dichos espacios deben contar con mecanismos que impidan el paso del humo hacia el resto del recinto y disponer de ventilación hacia el aire libre o extracción del aire hacia el exterior.
No obstante, el hecho de aislar adecuadamente los espacios para fumadores ha transformado, según los autores de la moción, a esos recintos en "verdaderas cámaras de gas tóxico que agudizan el riesgo para los fumadores y para los trabajadores de los establecimientos comerciales".
Por ello, los senadores advirtieron que es necesario corregir esa deficiencia en la ley a la brevedad, no sólo para que las disposiciones se conviertan en letra muerta, sino que también para evitar que los fumadores y trabajadores se vean expuestos al riesgo evidente que significa permanece en un lugar con alta acumulación de tóxicos en el aire.