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Cuatro generales en servicio activo figuran como imputados en crímenes de Paine

Los militares figuran en la lista de imputados en el proceso que lleva el juez Héctor Solís, por el asesinato de 22 campesinos en 1973.

24 de Enero de 2008 | 21:59 | EFE

SANTIAGO.- Cuatro generales del Ejército en servicio activo figuran en la lista de imputados por el asesinato de 22 campesinos de la localidad de Paine, al sur de Santiago, durante el inicio del régimen militar.


Según informes del proceso que lleva el juez Héctor Solís, cuatro son los generales en servicio activo que figuran entre la lista de los 36 subtenientes que en agosto de 1973 se graduaron en la Escuela Militar.


Todos ellos fueron destinados a la Escuela de Infantería de la ciudad de San Bernardo, vecina a Santiago, a la que pertenecen quienes en 1973 asesinaron a los campesinos. Tres de ellos fueron recientemente ascendidos de general de Brigada a general de División.


El general de División Guillermo Castro Muñoz, comandante de la II División del Ejército de la Región Metropolitana, ya fue interrogado por el juez Solís en la búsqueda de los otros dos subtenientes que en octubre de 1973 participaron junto al entonces subteniente Andrés Magaña en la masacre de los 22 campesinos.


También está el general de División Cristián Le Dantec Gallardo, actual director de Finanzas del Ejército. El otro general de División es Julio Baeza von Bohlen, actual director de Logística de la institución. El cuarto oficial es el general de Brigada Eduardo Ludovico Aldunate Hermann, actual comandante de la División Escuelas del Ejército.


Aldunate fue mencionado por un ex agente como integrante de la Brigada Mulchén de la DINA, mientras era el segundo comandante de la fuerzas de Naciones Unidas en Haití.


El juez Solís indaga para conocer la identidad de los otros dos subtenientes que acompañaron a Magaña, nombres que hasta ahora estarían protegidos por un pacto de silencio entre los inculpados y procesados de la matanza del 16 de octubre de 1973.


La justicia presume que los cadáveres de los campesinos fueron exhumados clandestinamente entre 1978 y 1979 y lanzados al mar, en el marco de la operación "retiro de televisores", destinada a borrar el rastro de crímenes cometidos en los meses posteriores al 11 de septiembre de 1973.