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Familia de general Santelices se manifiesta "perpleja" por cuestionamientos

"Cómo van a tratar así a un servidor de la Patria. Más allá de sacar un rédito político con este tema, lo que están haciendo es enlodar el alma del país", dijo un familiar que pidió reserva de su identidad.

04 de Febrero de 2008 | 11:04 | El Mercurio Online

SANTIAGO.- La familia Santelices Cuevas, conformada por los padres y seis hermanos, ha quedado "perpleja" ante los cuestionamientos hacia uno de sus integrantes: el general Gonzalo Santelices Cuevas, comandante de la guarnición de la Región Metropolitana, recientemente ascendido a general de División y a quien hoy le fue acepatada su renuncia al Ejército.


Santelices es acusado de haber conducido a 14 presos políticos de la cárcel de Antofagasta, vendados y amarrados, hasta dos camiones. Su jefe superior, el coronel Adrián Ortiz, los entregó, para ser fusilados, a la Caravana de la Muerte. Esto sucedió en 1973, cuando Santelices tenía un mes de egresado como subteniente de la Escuela Militar.


"Todo esto se conocía públicamente hace ocho años, cuando él testificó ante el juez Juan Guzmán y entregó todos los detalles, y no se halló ningún tipo de participación en los hechos que se le imputan. La familia está perpleja y consternada. ¿Por qué se vuelven a ventilar estos hechos?", dijo el domingo al Cuerpo D de "El Mercurio" un familiar que prefiere reserva de su identidad.


"Cómo van a tratar así a un servidor de la Patria. Más allá de sacar un rédito político con este tema, lo que están haciendo es enlodar el alma del país. Estamos frente a una situación dolorosa y preocupante", indica.


Sus cercanos aseguran que, a pesar del difícil momento que está pasando, Gonzalo Santelices no va a renunciar a sus principios y prefiere no responder a las acusaciones.


"Si la Presidenta Michelle Bachelet firmó su ascenso mientras era ministra de Defensa es porque tiene sus antecedentes y conoce que él no tiene responsabilidad en ningún delito", comenta.


Agrega que los hermanos Santelices fueron criados con mucho esfuerzo, "con porotos y lentejas", y que crecieron en una casa modesta de Ñuñoa en donde muchas veces pasaron tiempos difíciles.